El ciclista belga Woiter Weylandt ha fallecido tras una grave caída en la tercera etapa del Giro de Italia. El Giro, todo el mundo del ciclismo y del deporte en general, se tiñen de negro. Las noticias que iban llegando a lo largo de la etapa eran descorazonadoras, pero todos esperábamos un milagro que, tristemente, no se ha producido. La conmoción es absoluta. Weylandt nos deja a los 24 años de edad. El ciclistra chocó de forma brutal contra un muro, tal y como leemos en las ediciones de los periódicos que se han hecho eco de la noticia. En este Giro de Italia en que tanto hemos hablado, que tanto esperábamos todos y del que deseábamos que nos deparara lo mejor, la tragedia ha sacudido a la familia ciclista. Poco se puede decir en estos momentos tan delicados. Tan sólo hay que dar un abrazo a la familia de este joven corredor y hay que estar a su lado. La peor cara del deporte, la peor cara de la vida, es la que por desgracia ha tocado vivir en esta tercera etapa del Giro. La tragedia de la muerte de Weylandt marca esta edición de la corsa rosa. Supongo que surgirán debates sobre la seguridad y otras cuestiones, pero hoy sólo hay lugar para acompañar a la familia del ciclista belga. Descanse en paz.
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