Es el cuento de nunca acabar. La vista en el TAS sobre el caso Contador estaba prevista para los primeros días de agosto, pero el AMA pidió un aplazamiento y todas las partes lo han aceptado, por lo que se espera que sea en noviembre cuando se lleve a cabo esta vista. Es terrible e inadmisible el modo en que se está gestionando este caso. La UCI y el AMA decidieron enredar después de que la RFEC absolviera a Contador, de acuerdo. Pero va a pasar más de un año del positivo y seguimos sin tener noticias de cuál será el futuro del ciclista español. No sé a qué aspira esta gente. Lo que se dice es que se va a hacer un nuevo intercambio de documentación entre las partes. Alberto Contador dice que quiere resolverlo cuanto antes, pero también que quiere resolverlo bien.
La chapuza está siendo total y es un síntoma de cómo se hacen las cosas en asuntos de dopaje. Algo similar, o quizás algo peor, es lo que le sucedía a Ezequiel Mosquera. Dio positivo por una sustancia que enmascara sustancias dopantes, pero no fue sancionado al no poder demostrarte que se dopara. Su equipo no le ha dejado correr todo el año y ahora parece que el ciclista podrá disputar, en un principio, la Vuelta Ciclista a España en la que fue segundo el año pasado. En estos casos en los que está en juego la credibilidad de un deportista debería exigirse mayor celeridad. Alberto Contador tendrá que seguir esperando algo más. Mientras tanto, seguirá recibiendo el merecido reconocimiento y amdiración de sus paisanos de Pinto y del resto de seguidores del ciclismo.
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