Iván García Cortina no logró su objetivo de proclamarse campeón del mundo sub23, ni tampoco consiguió medallas, pero fue protagonista en la carrera. El corredor español, que venía de rendir a un nivel más que notable en su primera participación en la Vuelta Ciclista a España, atacó en solitario a falta de 3,5 kilómetros de meta, en busca del oro, del arcoíris, porque es lo que buscaba, lo único que quería. "Venía a ganar, no a ser tercero", declaró ayer, bravo, atrevido, valiente. El ciclista asturiano fue cazado y terminó entrando en el grupo, a tres segundos del vencedor y del segundo clasificado, en el puesto 21.
La victoria fue para el ciclista francés Benôit Cosnefroy, quien este año ha corrido en el Ag2r de prueba. La plata se la llevó el corredor alemán Lennard Kamna y el bronce fue para el local Michael Carbel Svendgaard, aclamado por el público en Bergen. Por cierto, este Mundial está siendo el de más ambiente y aficionados en muchos años, un contraste salvaje con el desangelado mundial de Qatar del año pasado. Una maravilla.
La gran sensación en el ciclismo femenino junior en estos Mundiales de Bergen es la italiana Elena Pirrone, quien se impuso en la prueba contrarreloj de la categoría a comienzos de semana y quien ganó ayer también el arcoíris en ruta, por delante de la danesa Emma Jorgensen y de la también italiana Letizia Paternoster. La española Sofía Rodríguez acabó 23º.
Hoy se disputa la prueba élite femenina y mañana, la carrera élite masculina en ruta, para poner la guinda a una semana del mejor ciclismo en Bergen.
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