Suma y sigue. Tras su etapa en la Vuelta al País Vasco, Omar Fraile volvió a alzar ayer los brazos. El corredor español del Astana continúa lanzado, creciendo, tratando de tú a tú a varios de los grandes nombres del pelotón internacional. La primera etapa en línea del Tour de Romandía, disputada ayer tras el prólogo del martes en el que se impuso Michael Matthews, presentaba un terreno escarpado, apto para ver batalla entre los hombres fuertes de la carrera. Como siempre, el escenario era propicio y sólo faltaba que los protagonistas se entregaran. Y lo hicieron, sobre todo en un final trepidante, con muchas alternativas, en el que Fraile fue el más rápido y Primoz Roglic, palabras mayores, se vistió de líder.
El hecho de saber que Matthews iba a ceder el maillot amarillo, porque se descolgó en en la segunda ascensión a Le Sommet, ha lanzado a varios equipos a agitar la carrera. Dos escapados, Alexis Gougeard, del Ag2r, y Marco Minnaard, del Wanty-Groupe Gobert, se lo pusieron difícil, porque resistieron en cabeza hasta que restaba apenas 8 kilómetros del final. Para entonces, el Lotto NL-Jumbo de Roglic venía lanzado, igual que el Astana de Fraile, que había acelerado la carrera, y que Dan Martin (Emirares), quien lo había probado.
Se movió también Rudy Molard, muy cerca de meta, a poco más de un kilómetro del final, pero el corredor francés del Groupama FDJ no llegó lejos. Estaba en juego una victoria de etapa y el liderato de la prueba. En el final, un sprint explosivo, Fraile demostró que no sólo es un corredor combativo y buen escalador, sino que también tiene una enorme punta de velocidad. Ganó a Sony Colbrelli y a Rui Costa.
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