Los Campeonatos de Europa de ciclismo, que sólo desde 2016 se abrieron a todas las categorías (hasta entonces sólo era para corredores sub23), siguen buscando su camino. Este año se han unido a los Europeos de natación, remo, golf, gimnasia, triatlón y atletismo, con sede en Glasgow y en Berlín. Después del ciclismo en pista, ayer fue el turno de la prueba contrarreloj, masculina y femenina, en la que Jonathan Castroviejo acarició el oro, que ya conquistó en 2016.
El corredor vasco del Sky, cuyo estratosférico rendimiento con el Sky este año no pilla de sorpresa a quienes hemos seguido su carrera y llevamos años viéndole brillar en las cronos y trabajar al servicio de sus líderes en todos los terrenos, realizó ayer una contrarreloj excepcional. Fue de menos a más en la crono de Glasgow, que estuvo pasada por agua. Rozó el oro, sí, pero terminó llevándose la plata por detrás del belga Victor Campenaerts, pero menos de un segundo por detrás. Nada. Un suspiro. Un instante. A veces sólo eso separa a los deportistas de élite de la gloria. El alemán Maximilian Chachmann les acompañó en el podio.
En la crono femenina hubo dominio holandés, con oro para Ellen Van Dijk y plata para Anna Van Der Breggen, a la que sacó apenas dos segundos. El bronce fue para la alemana Trixi Worrack. La española Lourdes Oyarbide terminó vigésimo sexta.
La competición sigue también en otros escenarios, desde Burgos a Utah. En la ronda burgalesa la victoria de la segunda etapa se la adjudicó Matteo Moschetti, del Polartek. Jon Aberasturi terminó segundo, lo que le permitirá vestir hoy el maillot morado de líder. La etapa de hoy termina en el Picón Blanco, por lo que será un día exigente de montaña para poner a prueba a los favoritos, como Miguel Ángel López o David de la Cruz.
El estadounidense Sepp Kuss, del LottoNL-Jumbo, ganó la segunda etapa del Tour de Utah, que ganó en solitario y se sitúa líder.
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