Quintana se reivindica con una exhibición en el Mont Ventoux

Que Nairo Quintana es un escalador sublime es algo que a estas alturas no sorprende a nadie. Que aún tiene edad para afrontar su gran reto, luchar por la victoria en el Tour de Francia, también. Pero el ciclista colombiano necesitaba un cambio de aires. No porque en el Movistar no tuviera a su disposición una escuadra formidable, ni siquiera por esa jefatura de filas compartida de Quintana con otros corredores en el conjunto telefónico, ya que cuando Quintana estuvo en su máximo nivel todo el Movistar se volcó con él como un solo hombre. Pero había una cierta sensación de agotamiento en la relación entre el equipo y el corredor. Una cierta desgana. Una cierta decepción. 


Este año, Quintana ha decidido cambiar de aires para ser el líder del Árkea Samsic, buscando reivindicarse, volver a su mejor versión, un poco en la línea de su compañero Nacer Bouhanni, que también parece haberse reencontrado consigo mismo, ya con dos victorias este año. Ayer, en el Tour de la Provenza, Nairo Quintana asestó un golpe definitivo a la general de la carrera francesa. Una prueba menor, sí, pero en un escenario colosal, el Mont Ventoux, y dando una exhibición sensacional. 

No fue la de ayer una victoria más, por muchos motivos. Fue, para empezar, la primera victoria de Quintana en su nuevo equipo. Pero fue también una victoria sustentada en un ataque durísimo que nadie pudo seguir, a siete kilómetros de la cima. Y a un ritmo exigente, con ese pedaleo alegre del corredor colombiano, transmitiendo esas mismas sensaciones de sus mejores momentos, de sus mayores gestas. No hay que volverse loco, estamos en febrero y ayer Quintana no se enfrentaba a muchos rivales de gran entidad, aunque alguno que otro sí. Queda mucho para el Tour y habrá muchos y muy valiosos aspirantes a la victoria final en París. Se tratará de llegar en forma al Tour, de plantar cara a esos rivales y de no sucumbir ante la presión inmensa que supone la Grande Boucle, el sueño amarillo de Quintana. 

De momento, el corredor colombiano se va a llevar hoy salvo sorpresa mayúscula la general del Tour de la Provenza, tras sacar ayer 1:28 a Alexey Lutsenko, Hugh Carthy y Alexandr Vlasov, que era el líder hasta que ayer el ciclón Nairo arrasó con todo. 

Además del Tour de la Provenza y ese golpe reivindicativo de Quintana, el fin de semana ciclista tiene otros puntos de interés, ya que la temporada ciclista en España va tomando temperatura. Ayer terminó la Vuelta a Murcia, con victoria parcial para Luis León Sánchez, profeta en su tierra, y triunfo en la general para Xandro Meurisse, gracias a la fuga bidón del día anterior. Alejandro Valverde, por cierto, protagonizó la fuga del día, junto a Lennard Kamna, aunque fueron cazados a 12 kilómetros del final. 

Hoy es el turno de la Clásica de Almería (desde las 17 horas en Eurosport 2), que reunirá a muchos de los protagonistas de la Vuelta a Murcia. Entre otros, Pascal Ackermann, Elia Viviani, Alexander Kristoff, Bryan Coquard, entre otros velocistas. En principio, el recorrido invita a un desenlace al sprint, ya que los puertos que incluye la carrera están muy lejos de meta. 

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