Exhibición legendaria de Pogacar en la Strade Bianche


Podríamos decir que hoy se han corrido dos pruebas ciclistas en la Toscana italiana: primero la edición femenina y luego la masculina de la Strade Bianche. Podríamos decirlo, y técnicamente así ha sido, pero mentiríamos un poco. Más bien hoy se han disputado tres carreras en la Toscana: la Strade Bianche femenina, que ha ganado Lotto Kopecky como hace dos años; la exhibición colosal y legendaria de Tadej Pogacar en la Strade Bianche masculina, que ha sentenciado a, ojo, 81 kilómetros de la meta, y luego, la carrera por el segundo puesto, una tercera carrera entre el común de los mortales, entre el resto de ciclistas que, abrumados por el deslumbrante recital de Pogacar, sólo podían aspirar a acompañar al esloveno el el podio final en Siena. 

Ha sido impresionante lo de Pogacar. Él tiende a exhibirse allá donde va, es cierto, pero lo de hoy es especialmente estratosférico. En su primera carrera de la temporada, el corredor esloveno del Emirates decidió a 81 kilómetros del final, en el tramo de sterrato más exigente de la prueba de las carreteras blancas, que no quería más compañía. Y allá que se fue, en solitario, sin aparente esfuerzo excesivo. Sepp Kuss intentó seguir ese demarraje pero le fue por completo imposible. Ni él ni nadie vieron ya a Pogacar hasta la meta en Siena. Dos horas en solitario abriendo paso a la carrera, pedaleando hacia la victoria, quizá el triunfo más portentoso y más arrollador de su palmarés, que cuenta ya con 64 victorias.  

Se terminan los calificativos para hablar de Pogacar, para describir sus hazañas. Es una leyenda viva de este deporte, hace cosas que nadie hizo antes, transmite sensaciones que quizá solo experimentaron los que tuvieron la suerte de ver correr a Eddy Merckx. Pogacar ha entrado en meta a pie, levantando la bicicleta con sus brazos, imponente y sonriente, siempre sonriente. En el octavo sector de sterrato se fue hacia adelante en solitario el imponente ciclista esloveno. Tengo pocas dudas de que es el mejor corredor del mundo, porque es competitivo y puede ganar (y casi siempre gana) desde el primero de la temporada hasta el final, en toda clase de carreras, desde exigentes pruebas de un día hasta las carreras de tres semanas.

Pogacar destrozó la carrera a más de 80 kilómetros de meta y lo que quedó fue la lucha por la segunda plaza. Tom Skujins y Maxim Van Gils saltaron del grupo perseguidor y fue el primero de ellos quien logró la segunda posición en la carrera, la mejor a la que podía aspirar hoy cualquier otro ciclista que no fuera el mandamás del ciclismo mundial. Más tarde saltó a por ellos Tom Pidcock, ganador del año pasado pero era demasiado tarde, estaba ya a más de minuto y medio de los perseguidores del intocable Pogacar. Al final el británico terminó cuarto. Por cierto, el joven Lenny Martínez, que está haciendo un espléndido comienzo de temporada, ha concluido en una meritoria octava posición



Más emoción ha tenido la Strade Bianche femenina, sin ninguna corredora de otro planeta, todos de la Tierra. El final de la clásica fue realmente intenso. A más de 30 kilómetros de meta eran cabeza de carrera Kraak, Markus y Amialiusik, quienes fueron alcanzadas por las grandes favoritas. 


A 16 kilómetros del final, en uno de los últimos tramos de sterrato, atacó Elisa Longo Borghini, siempre valiente. Tras ese acelerón se quedó en cabeza la italiana junto a Vollering, Niewiadoma y Marianne Vos, pero no cuajó ese corte. A 10 kilómetros de meta llegó el ataque decisivo protagonizado por Lotte Kopecky, a quien siguió Longo Borghini


En persecución del dúo delantero quedaron Demi Vollering (compañera de Kopecky en el todopoderoso SD Worx), Niewiadoma y Van Anrooij. Aunque la dupla delantera no llegó a tener más de medio minuto de ventaja, fue suficiente para jugarse entre ambas la victoria. A 500 metros del finalx en lo más duro de la subida de la calle Santa Caterina, atacó la campeona del mundo y se impuso en solitario. Segunda Strade Bianche para Kopecky. Su coequipier Vollering completó el podio. 


El ciclismo masculino sigue con la París-Niza, que comienza mañana, y la Tirreno-Adriático, que empieza el lunes. En la prueba francesa estarán, entre otros, Primoz Roglic, Remco Evenepoel, Carlos Rodríguez, Pello Bilbao y João Almeida, mientras que en la carrera italiana la atención se centrará en Jonas Vingegaard, Juan Ayuso, Enric Mas, Daniel Felipe Martínez y los hermanos Yates

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