Pelayo Sánchez conquista un etapón en el Giro


A sus 24 años, Pelayo Sánchez ha conseguido hoy en la sexta etapa del Giro de Italia una de esas victorias que se recuerdan toda la vida. El ciclista español del Movistar ha entrado en la fuga exitosa del día junto a Lucas Plapp y Julian Alaphilippe, ha peleado junto a ellos para mantener la distancia con el pelotón, ha pasado toda clase de apuros y ha terminado sorprendiendo al derrotar en un mano a mano al rapidísimo y veterano ciclista francés. Una sensacional victoria que puso el broche perfecto a una etapa impresionante, otra más, en este Giro de Italia que no ha conocido ni un ratito de tedio desde que echó a rodar el sábado pasado. 

Es la primera victoria de etapa en la corsa rosa de un ciclista español desde 2019. 

La jornada de hoy ha sido, de nuevo, impresionante. Con la expectativa de los tres tramos de sterrato por delante, los dos primeros de la Strade Bianche (Vidritta y Bagnaia) y otro que nunca se ha corrido en la clásica de las carreteras blancas (Pievina), se voló desde la salida. Hubo numerosos intentos de fuga, en los que ya apareció, por cierto, Julian Alaphilippe, quien claramente tenía marcada esta etapa en el libro de ruta y a quien siempre es un placer ver de nuevo en acción. Se llegó a la subida a Volterra, tras más de hora y media de carrera, sin fuga formada. Un festival. 

En la parte final de aquella ascensión se formó un corte con Julian Alaphilippe, Aurélien Paret-Peintre y Filippo Fiorelli. Sí abrieron algo de hueco, no demasiado, pero sí más que los múltiples intentos previos.  A por ellos saltaron después Ries, Scaroni, Vendrame, Steinhauser, Torres, Vermaerke, Trentin, Marcelusi y Zambanini. No paraba la sucesión de ataques, porque podo después Kaden Groves, Pelayo Sánchez, Andrea Vendrame y Lucas Plapp se unieron a Alaphilippe, Trentin y Fiorelli tras ser neutralizados todos los demás

Al UAE de Pogacar le convino esa escapada y dejó hacer, aminorando el ritmo del pelotón y permitiendo así a la fuga tomar una distancia considerable. Plapp se situó rápidamente como líder virtual de la carrera y lo fue un par de veces, pero la renta volvía a bajar pronto. Hubo una caída en el segundo tramo de tierra en la que se vieron envuelto, entre otros, Daniel Felipe Martínez, Einer Rubio y Cian Uijtdebroecks. Afortunadamente, sin grandes consecuencias. En ese mismo tramo, por delante, abrieron hueco en la fuga Alaphilippe, Plapp y Sánchez. Es el terceto que terminaría jugándose la victoria en meta, no sin pelear mucho por ello. 

A 35 kilómetros del final atacó Mikkel Honoré, que en solitario puso su mejor empeño, pero no logró dar caza. Por delante, poco después lo probó Sánchez y Alaphilippe le echó una bronquita por romper la armonía de la fuga. Digamos que no parece que se hicieran muy amigos el francés y el español. 


Justo antes de entrar en el último tramo hubo una caída en el pelotón. El Ineos, que ya tiró en los tramos anteriores, puso un ritmo muy exigente sobre la tierra en Pievina. Como equipo, desde luego, el Ineos está mostrando más solidez que el UAE, pero eso en la lucha por la general no tiene por qué significar nada dada la superioridad del esloveno. Es prometedor y augura al menos batalla, eso sí. A 10 kilómetros del final Sánchez tomó mal una curva en una rotonda y perdió unos metros con sus compañeros de fuga. Fue un instante crítico. Plapp aprovechó ese momento para lanzarse en solitario hacia adelante. Con todo, hubo reagrupamiento. 


El final picaba hacia arriba en todo momento, lo que complicaba aún más su aventura a los fugados. Sánchez lo intentó en el muro a 4 kilómetros de meta. Le respondió Alaphilippe y luego atacó el francés, pero resistió bien el español, muy sólido. Por atrás atacó Bardet, pero hubo parón. A dos saltó Piccolo desde el pelotón, quien tampoco dio caza a los fugados. La victoria de etapa estaba adelante. Alaphilippe era el máximo favorito. En teoría, el más rápido de los tres, también el más experimentado en esta clase de finales. Pero Pelayo Sánchez, muy inteligente y con muy buenas piernas, dejó que el dos veces campeón del mundo lanzara el sprint para terminar rebasándolo con superioridad en meta. Sánchez entró ya negando con la cabeza y llevándose las manos al rostro, como no creyéndose lo que acaba de creer. Y así, resoplando y llevándose todo el rato las manos a la cabeza siguió un buen rato. Pero es cierto, no lo ha soñado: acababa de ganar una etapa, y qué etapa, en el Giro de Italia. Grandísimo. 



La general no ha experimentado grandes cambios hoy, todo lo contrario que ocurrirá a buen seguro mañana dado que llega la primera contrarreloj de este Giro, con un recorrido de 40,6 kilómetros y final que pica hacia arriba en Perugia. 

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