Peter Sagan, Joaquim Rodríguez, Samuel Sánchez, tal vez uno de entre Alberto Contador, Chris Froome, Vincenzo Nibali o Bradley Wiggins... Son los nombres que, según La Gazzetta dello Sport, maneja Fernando Alonso para su equipo profesional de ciclismo en 2015. Naturalmente, son rumores, muy largo lo fiamos todavía. Pero la noticia tiene muchos aspectos que, en el desolador panorama actual, nos hace mirar al futuro con esperanza. Porque supone la confirmación de que el piloto de Fórmula 1 va en serie. Que trabaja ya en la composición de su equipo para cuando eche a rodar en 2015. También, para qué negarlo, aporta esta noticia un indudable interés por lo que tiene casi de creación de un equipo de videojuego. El sueño de todo amante del ciclismo con dinero: montar un equipo casi con tus corredores preferidos. Poder fichar a los talentos que más admiras del pelotón, que luego deberán estar acompañados de gregarios, por supuesto, pues el ciclismo es un deporte de equipo.
En estos momentos, el ciclismo necesita como agua de mayo una inyección económica de patrocinadores, lo que es una inyección de moral. Por eso, reiteramos aquí las loas a Fernando Alonso que ya lanzamos con su frustrado intento de hacerse con la licencia World Tour del Euskaltel-Euskadi. Aquellas negociaciones salieron mal. Según a quién preguntes, por una causa distinta. Por intransigencia de los negociadores del equipo vasco o porque Alonso incumplió partes del preacuerdo que habían alcanzado. Quién sabe. Tal vez algún día se sepa toda la verdad. En lo que respecta al Euskaltel-Euskadi, sin duda, es un mazazo y una terrible pérdida para los aficionados al ciclismo que Miguel Madariaga, tenaz y admirable, está intentando paliar, luchando con todas sus fuerzas por sacar adelante un equipo continental vasco. Le faltan 100.000 euros para alcanzar ese sueño.
Por lo que respecta a Alonso, ya dijimos entonces y lo repetimos hoy que quien pone dinero voluntariamente, mucho dinero, para apostar por un deporte que se ama tiene toda la libertad del mundo para decidir cómo, dónde y cuándo lo pone. Naturalmente. Decía Javier Guillén en una reciente conferencia convocada por el diario As que el ciclismo necesita algún Marc Márquez. Comprendiendo el argumento que hay detrás de esa afirmación, hay dos pegas importantes que ponerle. La primera, que el ciclismo ya tiene muchos Márquez. El ciclismo español lleva años viviendo un momento espléndido, en el que rara es la carrera donde no hay un corredor de los nuestros con aspiraciones de victoria. Por campeones no será. La segunda pega, esta es la más consistente, es que cualquier Márquez necesita un equipo donde correr y rodarse. Aquí asistimos a un panorama devastado, casi sin equipos en categorías inferiores, con muchos jóvenes ciclistas que no encuentran su oportunidad. Necesitamos más Alonsos. Más equipos, más patrocinadores que apuesten por el deporte. A día de hoy eso es imprescindible. Lo más esencial. Sin equipos donde acoger a esas estrellas del futuro no se podrá avanzar.
La noticia de la composición del equipo de Alonso, ya digo, dentro del campo de la especulación más absoluta, pues pensar ahora en lo que se hará de cara a 2015 todavía nos pilla muy lejos y ciertamente pueden pasar muchas cosas hasta entonces, nos ilusiona. A pesar de ese hecho, ilusiona mucho ver a un amante del ciclismo con dinero que, a diferencia de muchos otros, decide dar un paso adelante y poner su imagen, su dinero y sus influencias en servicio de ese deporte amado. La llegada de Alonso será una noticia extraordinaria para el ciclismo español, pero también para el ciclismo mundial en su conjunto. Una estrella mediática reconocida a nivel internacional como Fernando Alonso creando una escuadra ciclista es una noticia formidable.
Por eso, es de esperar que las autoridades del ciclismo no pongan palos en la rueda. Tal y como estamos, no nos sobran precisamente patrocinadores, sería muy triste que Alonso o gente como él que decida crear nuevos equipos se encuentre con un embrollo burocrático tremendo, con muchos obstáculos por el cambio en el sistema de competición, que caminaría hacia un esquema casi de liga cerrada y que beneficia a los equipos que ya existen, obligando a formaciones nuevas como la de Alonso a estar al menos un año en la categoría continental. A este respecto, Kiko García, que será el mánager del equipo del piloto asturiano, declara a nuestros compañeros de Biciciclismo que espera que no haya pegas a su entrada en el pelotón internacional.
"Me sorprende que después de que se hayan perdido cinco-seis equipos este año en las dos primeras divisiones se cierren las puertas a proyectos nuevos que pueden llegar, no creo que sea una idea brillante. En un deporte que se quiere llamar súper profesional, con miras internacionales y mejorar en el futuro, no entiendo cerrar las puertas a proyectos nuevos o poner obstáculos de por medio. Sí puedo entender el proteccionismo de los que están pero nadie les quiere quitar nada, solo que haya dos elementos más. Vamos a ver cómo queda todo", afirma García en la citada entrevista.
También leemos en Biciciclismo que García confirma que ya manejan "una lista interesante de corredores de primera línea que terminan contrato, son de calidad y en todas las facetas, velocistas, escaladores, contrarrelojistas… Afortunadamente es diferente a este año en el que apenas había corredores que quedaban libres. La confección del equipo deportivo es una prioridad y los grandes nombres se tienen que cerrar en la primera parte de la temporada, antes de mayo, aunque los fichajes no se pueden anunciar hasta agosto". Cuenta el próximo mánager del Alonso Team que "por lo que conozco a Fernando es un luchador y un ganador y sé que su intención es hacer un equipo grande y ser el mejor. ¿Cómo? Paso a paso, con trabajo y humildad. ¿Eso significa fichar el primer año dos o tres figuras? No lo sé, pero sí puedo decir que la idea es hacer un proyecto ambicioso y grande". Nos pilla muy lejos, sí, pero permitámonos una alegría soñando con tiempos mejores en un panorama tan triste y tan carente de buenas noticias como este. La confección de equipo de videojuego de Alonso, el sueño de que el piloto asturiano cree algo grande, es una bonita esperanza para todos los aficionados a este deporte.
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