Es un clásico de cada año por estas fechas: la sempiterna reforma pendiente del ciclismo profesional. Tendrá que esperar, porque la UCI ha acordado sólo unos pocos cambios al calendario World Tour. Sin grandes modificaciones, pues el pelotón de la primera división del ciclismo mundial contará con 18 equipos.
La petición de ASO, empresa organizadora del Tour de Francia, la Vuelta a España y media temporada de carreras (la otra media es RCS, encargada del Giro), de reducir a 17 equipos el pelotón World Tour se pospone hasta el 2019, cuando habrá 17 escuadras. En 2020 se reducirá a 16. Se da por hecho que el Bahréin Merida, potentísima nueva escuadra a golpe de petrodólares, para hacerse con ciclistas con puntos World Tour que le garanticen entrar en la primera división del ciclismo mundial.
La UCI quería aumentar el calendario World Tour, es decir, las carreras a las que deben acudir, sí o sí, los 18 equipos de la primera división. Pero las escuadras han mostrado su oposición a la inclusión de 10 nuevas pruebas, entre las que estaban la Strade Bianche o el Tour de California. Al final se ha encontrado una solución intermedia, decisión salomónica. Los organizadores de estas carreras tendrán que invitar a los 18 equipos World Tour, pero ellos decidirán si acuden o no a las citas. Será voluntaria su presencia en estas pruebas.
Según Cycling Weekly, la prueba que sí podría incorporarse al World Tour es el Tour de Guangxi, por el sur de China, que contaría entre sus organizadores con el todopoderoso grupo Wanda. Sería la última prueba de la temporada y sustituiría al desaparecido Tour de Pekín. La UCI sigue abriéndose a mercados, hasta ahora, ajenos al ciclismo. Movimiento lógico y necesario, siempre que preserve también las pruebas europeas legendarias que han hecho grande este deorte.
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