Sky sale del ciclismo y McLaren vuelve a él

Además de ser una de las operaciones empresariales del año, la venta del 39% de Sky que controlaba Fox a Comcast tendrá un inesperado impacto en el ciclismo. El canal de televisión dejará de patrocinar al todopoderoso equipo de Chris Froome y Geraint Thomas. El próximo año será el último en el que el conjunto británico dejará de estar patrocinado por el Sky. Es una noticia de impacto, aunque si tuviera que apostar diría que Dave Brailsford no tendrá problemas en encontrar un nuevo patrocinador. Está por ver si puede aportar un presupuesto tan elevado como el del Sky, el mayor del pelotón internacional, que según algunas informaciones es de 38,8 millones de euros. Una cifra exorbitante que ha permitido al equipo británico contratar a varios de los mejores ciclistas del pelotón, incluidas sus grandes promesas, como Egan Bernal


La entrada de Sky en el ciclismo llegó con la pista, con una colaboración con la federación británica de ciclismo en 2008. Tras triunfar en aquella disciplina, en 2010 dio el salto al ciclismo en ruta, con el sueño de conseguir que por primera vez un ciclista británico ganara el Tour de Francia. Sólo tardó dos años en lograr esa meta, con Bradley Wiggins, en 2012. Después llegaría la tiranía, casi ininterrumpida, de Chris Froome, vencedor de la ronda gala en 2013, 2015, 2016 y 2017. Este año, la victoria de la Grande Boucle fue para su compañero de equipo, Geraint Thomas. 

El Sky lleva 322 victorias desde que nació, que incluyen ocho grandes. "Nada de esto habría sido posible sin Sky. Estamos orgullosos del papel que hemos desempeñado en la transformación de Gran Bretaña como una nación ciclista en la última década", afirmaba el director del Sky, Brailsford, en un comunicado. En ese anuncio oficial de la marcha del Sky como patrocinador se atisban también luces para el equipo que ha dominado el ciclismo mundial en los últimos seis años. La escuadra tiene "una mentalidad abierta sobre el futuro y el potencial de trabajar con un nuevo socio, en caso de que se presente la oportunidad adecuada". 

Hay tiempo más que suficiente para que el equipo británico encuentre otro patrocinador de nivel para poder mantenerse en la brecha el próximo año. El hecho de que el anuncio se haya hecho tan pronto, con toda una temporada por delante, es tranquilizador para la escuadra, que ha ejercido el mayor dominio que se recuerda en el pelotón desde los tiempos (de infausto recuerdo) del US Postal de Armstrong. 

El mismo día que conocíamos la salida del Sky del ciclismo, que indudablemente genera cierta incertidumbre, aunque es de esperar que se encuentre un recambio a la altura, se anunciaba que la escudería de Fórmula 1 McLaren entraba en el ciclismo. Volvía a él, mejor dicho, porque en 2012 ya colaboró con los equipos británicos de ciclismo en los Juegos Olímpicos de Londres. Ahora entra en el equipo Bahréin-Merida, que de momento mantendrá su denominación actual. El director de márketing de McLaren, Jhon Allert, declaró que su ambición será ganar grandes vueltas. Quizá la entrada de McLaren tenga algo que ver con la decisión de Vincenzo Nibali de disputar el Giro de Italia y el Tour de Francia la próxima temporada, conocida también hace unos días. 

Unos vienen y otros van, pero el ciclismo permanece. Este baile de patrocinadores recuerda, en todo caso, recuerda lo dependiente que es el ciclismo, mucho más que otros deportes, de los sponsors. La diferencia entre tener o no patrocinador es existir o dejar de existir, no contar con un presupuesto más o menos elevado. Y la incertidumbre prolongada sobre los sponsors daña a los equipos, como se ha visto con el antiguo Quick-Step Floors, ahora Deceuninck, que ha sufrido bajas de nivel, como las salidas de Niki Terpstra o Fernando Gaviria. O lo ocurrido con la escuadra del BMC, ahora CCC, que también se ha transformado por completo y ha perdido, entre otros, a Richie Porte, Damiano Caruso, Rohan Dennis o Dylan Theuns

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