Bilbao repite, Carapaz sentencia y Landa entra fugazmente en el podio


Se esperaban ataques y movimientos en la última etapa de montaña de este Giro por los Dolomitas y la jornada no ha decepcionado. Los corredores llegan al final de la corsa rosa al límite de sus fuerzas, pero han hecho todo lo que han podido. Ha sido una etapa espectacular, con la mayoría de la emoción concentrada en los dos puertos finales, pero también con un intento lejano de Miguel Ángel López en la Cima Coppi de este Giro, el segundo puerto de la etapa, que mostró indicios de debilidad de Vincenzo Nibali y Primoz Roglic. Ha sido una etapa fabulosa en la que los ciclistas han regalado un espectáculo sensacional. 

Varios nombres propios ha tenido la etapa. Uno de ellos, destacadísimo, es el de Pelli Bilbao, que repite victoria en este Giro. El corredor vasco del Astana ha entrado en la escapada del día y ha sido el más rápido en la sprint final, venciendo a Mikel Landa, otro de los protagonistas del día, que se ha entregado para entrar en el podio de la carrera. La victoria de Bilbao servirá para compensar un poco el infortunio de Superman López en esta carrera. Un espectador estúpido que se puso a correr a su lado en la ascensión final le tiró al suelo. El corredor colombiano reaccionó mal, como nunca se debe reaccionar, agrediendo al espectador. En todo caso, la inaceptable agresión de López no debería aparcar el muy necesario debate sobre el civismo mínimo exigido a los aficionados al ciclismo. La inmensa mayoría de quienes acuden a seguir las pruebas son respetuosos, pero los hay que prefieren dar la nota y ponen en riesgo a los corredores, algo inaceptable que se debe intentar eliminar, porque la irresponsabilidad de estos pocos puede afectar a todos. 

El Movistar ha completado hoy su mejor gran vuelta en muchos años. Lo decíamos hace unos días: acudir a una gran vuelta con dos lideres sólo es un problema sí esos líderes no están a tope. Si están fuertes, bendito problema tener dos lideres. Richard Carapaz, colosal, fortísimo, ha sentenciado el Giro dando un auténtico recital. Hasta se ha permitido el lujo de trabajar para Landa,  para intentar ampliar lo máximo posible la ventaja respecto a Roglic, en busca del podio. Un detalle de buen compañero, trabajando para Landa vestido de rosa, y también una demostración de que es el más fuerte de la carrera. Sus cerca de dos minutos de ventaja respecto a Nibali garantizan, salvo hecatombe, la victoria final de Carapaz en la crono final de mañana en Verona. 

Landa sabía que su última oportunidad para intentar entrar en el podio era atacar hoy. Y lo ha hecho, vaya si lo ha hecho. Atacó con fuerza en el penúltimo puerto del día y consiguió una ventaja de unos 15 segundos sobre Roglic, su gran rival por la tercera plaza. En el descenso del puerto fue neutralizado por un espléndido Nibali, sinónimo de ciclismo valiente y aguerrido, que se lanzó en el descenso y al que se pegó Carapaz. Entonces llegó el recital del Tiburón, muy lejos de estar a tope, sin ir súper, ni mucho menos, pero con su irrenunciable garra, decidido a entregar hasta el último gramo de fuerza. No pensaba ya Nibali en ganar la carrera, porque Carapaz es inalcanzable, pero sí en ampliar su renta respecto a Roglic para asegurarse la segunda plaza del podio. 

A ratos Nibali, a ratos Carapaz, los tres más fuertes de la carrera aceleraron y fueron cazando a los escapados. Ha sido el momento más delicado para Landa, que en varios momentos parecía a punto de perder contacto con el grupo cabecero. Pero resistió y aún le quedaron fuerzas para intentar buscar el triunfo de etapa. No lo ha conseguido en su duelo con Pello Bilbao. Landa está ahora 23 segundos por delante de Roglic (diez de ellos, por una sanción al esloveno por recibir la ayuda de dos aficionados que le han empujado en la subida final), así que parece que es misión imposible que conserve su posición en el podio en la contrarreloj de mañana de Verona. Es una renta bajísima y, aunque en la crono final de una gran vuelta importan más las fuerzas que la especialidad en la crono, Roglic es demasiado superior a Landa en este tipo de etapas para pensar que el corredor del Movistar podrá entrar en el podio. Pero nunca se sabe, es la emoción del ciclismo, y no se puede descartar que Roglic haya llegado demasiado justo de fuerzas al final de la etapa. El puerto de Torricele, de cuarta categoría, es la única mínima esperanza de Landa, pero sería una sorpresa mayúscula que terminara en el podio. En cualquier caso, la emoción y la valentía de hoy no habrá sido en balde, porque hemos vivido un magnífico día de ciclismo. 

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