La bomba saltó ayer en el medio especializado en ciclismo Cyclingnews: Chris Froome podría estar negociando su salida del Ineos rumbo a otro equipo, para ser el líder único e indiscutido de esa escuadra en la próxima edición del Tour de Francia. Ciclo 21, otro medio que suele estar muy bien informado, apunta a la posibilidad de que el equipo de destino del cuatro veces ganador del Tour sea el Movistar, después de la operación corporativa de Telefónica en el Reino Unido, una fusión con Liberty Global que sitúa a la marca española patrocinadora del equipo de Eusebio Unzué como la líder de su sector en el Reino Unido.
Si se confirma la salida de Froome sería un auténtico bombazo. El corredor británico nacido en Kenia no se siente cómodo compartiendo jefatura de filas con Egan Bernal, ganador del Tour el año pasado, y con Geraint Thomas, vencedor de la ronda gala un año antes. La situación del conjunto británico, desde luego, es excepcional. Nunca antes un equipo había tenido a los tres últimos ganadores de la Grande Boucle en liza. Que haya dos líderes ya es delicado,pero gestionar una escuadra con tres jefes de filas resulta casi misión imposible.
Froome aspira a ganar su quinto Tour y a igualar en ese logro a Merckx, Hinault, Anquetil e Indurain, es decir, a entrar en el Olimpo ciclista. Parece lógico que para ello quiera a un equipo diseñado a su medida. También es razonable que Bernal, jovencísimo ganador del Tour el año pasado, no quiera renunciar a defender su título. La convivencia es complicada y por eso suena verosímil la información de la posible salida de Froome, cuyo contrato con Ineos vence en diciembre de este año.
¿Qué equipo querría tener a Froome en sus filas? Cualquiera, por supuesto. ¿Quién no va a querer contar con un cuatro veces ganador del Tour de Francia. Pero la pregunta más pertinente es qué equipo está en disposición de contratar a Froome. Su sueldo no es precisamente bajo, como es lógico, y la situación financiera de los equipos ciclistas no es particularmente boyante, en medio de la crisis generada por el coronavirus. Hay escuadras, muchas, cuya mera supervivencia está en cuestión. No muchos equipos tendrían capacidad financiera de contratar a Froome, incluso aunque sacrificara parte de su salario para ser el líder único de un equipo.
Es en esta disyuntiva en la que cobraría fuerza la opción del Movistar. Deportivamente, tiene sentido, ya que el equipo telefónico tiene como jefe de filas para el Tour al joven Enric Mas, que perfectamente podría asumir ir este año a aprender a la ronda gala y a ponerse al servicio de Froome. Y también encaja desde un punto de vista financiero, dado que a Telefónica le interesaría mucho el espaldarazo publicitario de contar con Froome como estandarte ante el mercado británico, donde ahora pasa a ser líder del sector de las telecomunicaciones.
Otras informaciones, sin embargo, rebajan las posibilidades de que esta operación tenga lugar. Según la Ser, personas próximas a Froome y al equipo Ineos ven poco probable que el ciclista abandone la escuadra británica a mitad de temporada. Sí le dan más opciones a una hipotética salida al final de esta temporada. El tiempo dirá, pero sin duda esta noticia nos da vidilla en medio de estos días raros en los que aguardamos la vuelta de la normalidad, aunque sea relativa, y del ciclismo.
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