La nueva normalidad ciclista, esa que nos hace estar pendientes de varias carreras de forma simultánea, ha dejado hoy el primer aviso serio de Egan Bernal a sus rivales en la etapa reina de la Ruta de Occitania, por un lado, y la victoria de Gorka Izaguirre en el Gran Tríptico Lombardo, clásica italiana que sustituye este año a la Copa Agostini, la Copa Bernocchi y los Tres Valles Varesinos. Ninguna de esas carreras se ha podido seguir en directo con imágenes de televisión, la primera porque no la tiene de por sí, y además porque se ha caído hoy la web de la organización, y la segunda porque el temporal ha impedido hacer la retransmisión como estaba previsto.
Por partes. Bernal ha ganado con autoridad en la única jornada montañosa de la carrera francesa, con final en Beyrède, a juzgar por las diferencias. Ha aventajado en 10 segundos a su compañero Pavel Sikavov y en 17 segundos a su compatriota Aleksander Vlasov, del Ineos. Es significativo que Bernal le haya sacado 31 segundos a Thibaut Pinot y ya en 1:05 a Bauke Mollema, en 1:09 a Warren Barguill, en 1:11 a Richie Porte y en 1:18 a Romain Bardet. casi nada. Deja claro Bernal que está en plena forma y listo para afrontar el reto de revalidar su victoria en el Tour de Francia.
Además, Bernal ha acentuado en más de cinco minutos a Chris Froome, compañero suyo en el Ineos, que aspira a ser rival del colombiano en la jefatura de filas del equipo británico. Parece claro que Froome está lejos de su mejor versión.
Casi a la vez que Bernal vencía en la Ruta de Occitania, Gorka Izaguirre hacía lo propio en el Gran Tríptico Lombardo, una carrera marcada por el mal tiempo y la lluvia inclemente, no muy propia de agosto, pero en este año raro con el calendario tan trastocado todo es posible. El corredor vasco del Astana ha ganado en solitario y segundo ha sido su compañero de equipo Álex Aramburu.
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