Empieza el Tour más incierto


Llegó el día. Hoy comienza el Tour de Francia más incierto de su centenaria historia. Un Tour que temimos que no se pudiera llegar a disputar. Empieza en agosto la carrera, una anomalía, como tantas otras cosas. Un Tour marcado por la pandemia del coronavirus, que implica un protocolo estricto de seguridad, con medidas como la expulsión de un equipo si dos miembros de la escuadra dan positivo en coronavirus. Será un Tour muy incierto, sin duda. Porque la evolución de la pandemia no va bien en Francia (más de 9.000 contagios se reportaron ayer) y porque, a pesar de las burbujas en las que están los equipos, el riesgo cero no existe. 

Habrá que convivir con esa incertidumbre por culpa del coronavirus. Pero al menos habrá Tour, algo que hace unos meses no estaba tan claro. Y el Tour, con su grandeza, con su historia, con su difusión internacional, es imprescindible para el ciclismo. Que el Tour pueda disputarse y, ojalá, que todo salga bien y no haya problemas con el maldito virus, es vital para este deporte, para su propia supervivencia, incluso. Arranca el Tour con grupos burbujas, con mascarilla, con incertidumbre y temores, pero arranca el Tour. Una de las pocas buenas noticias de este 2020. El día del comienzo del Tour es siempre un día de alegría y expectación para todos los amantes del ciclismo. Este año, más aún, porque somos conscientes de lo frágil que es todo, de que no se puede dar nada por sentado, ni siquiera el Tour, ese compañero fiel de cada verano, esa cita imprescindible de cada año. Por eso hay que disfrutar al máximo la carrera que tantas satisfacciones y buenos ratos nos ha dado. Desde hoy en Niza, hasta cuando dure. Cada segundo, cada escapada, cada sprint. 

No veremos el Tour desde la playa ni desde nuestro lugar de veraneo, pero veremos el Tour. Llega a finales de agosto, en una época rara, pero el Tour siempre llega a tiempo. Para emocionar, para darnos un respiro en este año de pesadilla, para ilusionarnos y hacernos vibrar. Llega el Tour con los ecos de su historia de más de un siglo, con las resonancias de la carrera ciclista más importante del mundo. El Tour es el Tour. Todos los años lo disfrutamos y lo afrontamos con enorme ilusión, pero esta vez, en tiempos pandémicos, el Tour tiene unas connotaciones especiales, una importancia mayor. Porque viene a aportar algo de entusiasmo y alegría en un año muy carente de ambas cosas. Porque ya nos toca también disfrutar. Porque el mundo se hunde pero el Tour está ahí, justo a tiempo, para ilusionarnos y levantarnos del sofá. 

El Tour será incierto no sólo por el coronavirus, sino también en lo estrictamente deportivo. A diferencia de lo ocurrido en los últimos años, no llegamos a la carrera con un favorito incuestionable. Egan Bernal, el vigente ganador de la carrera, es sin duda un aspirante claro a la victoria, pero su rendimiento en el Dauphiné, del que se retiró por unas aparentes molestias en la espalda, siembra dudas. A última hora, el Ineos decidió prescindir de Chris Froome y Geraint Thomas, nada menos, para que Richard Carapaz, ganador del Giro del año pasado, fuera la segunda baza del equipo. No se puede descartar para nada al ecuatoriano, aunque los galones, naturalmente, los lleva el colombiano. 

En teoría, el equipo más temible en la salida, el que amenaza el dominio del Ineos estos últimos años, es el Jumbo-Visma. Pero aquí, de nuevo, hay dudas. No sobre la extraordinaria calidad de la escuadra, que es incuestionable, pero sí sobre hasta dónde pueden llegar  sus hombres fuertes. A Primoz Roglic se le vio demasiado fuerte en el Dauphiné y es lógico temer que el Tour se le haga demasiado largo, como le sucedió precisamente ante Carapaz en el Giro del año pasado. De menos a más parece ir, sin embargo, Tom Dumoulin, un ciclista que sabe lo que es ganar una gran vuelta y que parece regresar a su mejor versión. Los dos pueden ganar el Tour, sin duda. 

Pero si algún año puede hacer sorpresas es este. Ya se vio en el Dauphiné que esta temporada todo es incierto. Hubo pájaras y estallidos inesperados. Este año la preparación saltó por los aires, todo es diferente este año y cualquier cosa puede ocurrir. Hay corredores de otros equipos llamados a amenazar la dupla Ineos-Jumbo. Y ahí están, entre otros, Mikel Landa, Thibaut Pinot, Tadej Pogacar y Nairo Quintana, entre otros. Veremos hasta dónde puede llegar el Movistar, que ha despertado dudas en las carreras previas al Tour, con Alejandro Valverde, Enric Mas y Marc Soler.  



La primera etapa, de 156 kilómetros, tiene salida y meta en Niza. En principio, es una etapa llamada a disputarse al sprint, así que un velocista será presumiblemente el primero en vestir el amarillo de líder.

Eurosport emitirá la etapa desde las 13:55 y Teledeporte, desde las 15:15. Eurosport contará con su equipo de comentaristas habituales, con Javier Ares, Alberto Contador, Antonio Alix, Luis Jiménez y Saúl Miguel. Además, Eduardo Chozas comentará la etapa en una sección propia. Es una gran noticia, ya que Chozas se está recuperando de un transplante de médula al que se sometió en julio. 

En Teledeporte estarán, como siempre, Carlos de Andrés y Pedro Delgado. Las etapas de montaña más importantes se emitirán por la 1.

También las radios transmitirán la carrera. Concretamente, la Ser y la Cope, ya que Onda Cero, antaño emisora del ciclismo, no ha enviado ni siquiera a un periodista a la carrera. En tiempos de coronavirus se notan las estrecheces económicas de los medios y en la Cope, por ejemplo, sólo hay un enviado especial a la prueba, Quique Iglesias. Heri Frade narrará la carrera desde la distancia, con Óscar Pereiro como comentarista. En la Ser, que tiene como enviado especial a Borja Cuadrado, también repite su equipo habitual, con la narración de Iñiko Martínez y los comentarios de Roberto Torres.  





Pero antes de la primera etapa del Tour se disputará La Course, la prueba femenina de un día organizado por ASO. A partir de 2022, por cierto, el Tour organizará una edición femenina, que ya va tocando. De momento, toca conformarnos con una prueba de un día, con La Course, que alcanza su séptima edición y que tendrá un recorrido de 96 kilómetros entre Niza y Niza con una doble ascensión a la Côte de Rimiez, con 5,8 kilómetros al 5,1%. 


En la imagen de arriba están los dorsales oficiales de la carrera. Marianne Vos, ganadora del año pasado, lucirá el dorsal 1. Entre las aspirantes a la victoria están Cecilie Ludwig, Elizabeth Deignan, Elisa Longo Borghini y, por supuesto, Annemiek Van Vleuten. La española Mavi García no será de la partida. 

Eurosport emitirá la carrera desde las 10 y Teledeporte hará lo propio desde las 11:35. 

Comentarios