El Tour de Francia, con sus tres semanas de idas y venidas, de penas y alegrías, es una montaña rusa emocional para todos los ciclistas participantes. Todos ellos pasan por sus mejores y sus peores momentos a lo largo de los 21 días de competición. Lo que es menos habitual es vivir la gloria y la desgracia el mismo día, con apenas unas horas de diferencia. Es lo que le ha ocurrido a Anthony Perez, del Cofidis. El ciclista francés de origen español se metió en la escapada junto a Benoit Cosnefroy (Ag2r) y Jerome Cousin (Total Direct Energie).
Perez entró en la fuga para disputarle a Cosnefroy el maillot de líder de la montaña. Y lo logró. Ya era líder virtual de la clasificación y ya acariciaba el maillot blanco a puntos rojos, ya se veía en el podio tras el final de etapa. Por eso, tanto Perez como Cosnefroy levantaron el pie, tras terminar su batalla del día, dejando a Cousin solo por delante. El corredor del Cofidis tenía en su mano vestir el prestigioso maillot cuando sufrió una caída que le obligó a abandonar. De la gloria a la desgracia en unas pocas horas. Es la dureza del Tour, tan cruel, a veces. Un día sin grandes noticias, pero intenso y muy duro para Perez, que ha estado a punto de alcanzar uno de esos logros que los ciclistas no olvidan, pero que se le ha escapado cuando lo acariciaba con las manos.
Quien sí se ha llevado la gloria es Caleb Ewan, ganador de tres etapas en la pasada edición del Tour, que hoy se ha impuesto con claridad en el sprint final. No se metió el corredor australiano en el sprint intermedio, en el que Sagan se impuso a Bonifazio, Nizzolo y Kristoff en la lucha por el maillot verde, pero sí entró a saco en el sprint final, el que le acredita como ganador de la etapa.
Mañana, primer final en alto de este Tour, con llegada a Orcières-Merlette, de primera categoría. ¿Veremos el primer duelo entre los favoritos? Al menos, sí será un primer test serio.
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