Martínez gana el Dauphiné tras una alocada última etapa


En el ciclismo, como en la vida, nunca puede darse nada por sentado. Visto el insultante dominio del Jumbo-Visma en los días precedentes, para la última etapa del Dauphiné esperábamos que Primoz Roglic conservara el maillot amarillo y ganara la prueba. Pero el corredor esloveno no tomó la salida, por molestias derivadas de la caída que sufrió ayer. Esa caída no le impidió terminar la etapa y exhibir su poderío ante sus rivales, pero hoy, por prudencia, ha decidido no tomar la salida. En principio, es sólo por cautela y todo hace indicar que podrá estar en perfectas condiciones en la salida del Tour. Pero lo cierto es que los dos máximos aspirantes a la victoria en la ronda gala, Roglic y Egan Bernal, no han terminado el Dauphiné por sendas molestias físicas. 

La inesperada retirada de Roglic dejaba en la salida de la última etapa de la carrera un escenario totalmente diferente, con Thibaut Pinot como líder virtual siete corredores en apenas 21 segundos. Además del ciclista francés del Groupama-FDJ, podían soñar con la victoria final Guillaume Martin (Cofidis), Mikel Landa (Bahrein-Merida), Daniel Martínez (EF), Miguel Ángel López (Astana), Nairo Quintana (Arkea) y Richie Porte (Trek). Además, los compañeros de Roglic con mejor forma física, Sepp Kuss y Tom Dumoulin (cada día mejor que el anterior) quedaban libres para buscar un triunfo de etapa y seguir con su preparación para el Tour. 

Sin su todopoderoso patrón en liza, la carrera saltó por los aires desde muy pronto. Se prestaba a ello el recorrido, plagado de puertos de montaña, y también esa anarquía desatada tras la ausencia de Roglic. Y se armó la mundial. El propio Jumbo-Visma agitó la carrera, abriendo el camino a sucesivos movimientos de corredores de primer nivel de la carrera. En esos ataques también se mostró muy fuerte Landa, que estaba a apenas 12 segundos de Pinot. Y Tadej Pogačar, que hoy ha demostrado que empieza a encontrar sus mejores sensaciones. Más y más ataques llegaron, lo que reventó la carrera y provocó unas cuantas pájaras en los ciclistas que, en teoría, más fuertes iban.

Estalló Landa, por culpa de unos calambres. También se quedó Quintana, totalmente extenuado. Porte dijo igualmente adiós. La carrera estaba rota, totalmente loca. Todo era posible. Cuando la televisión empezó su retransmisión en directo, a falta de 50 kilómetros, ya habían pasado muchas cosas, pero quedaban unas cuantas más por ocurrir. Marchaban en cabeza los dos supervivientes de esas continuas escapadas, Julian Alaphilippe (Deceuninck-Quick Step) y Pavel Sivakov (Ineos). Por detrás, Pinot se quedaba sin compañeros y parecía claro que lo iba a pasar mal para poder defender su liderato virtual. 

A falta de 26 kilómetros para el final, en el penúltimo puerto del día, atacaron con fuerza Pogaćar y Miguel Ángel López. El colombiano del Astana estaba a sólo 18 segundos de Pinot en la general y podía soñar con la victoria final. Después llegaron los ataques de Sepp Kuss, inmenso, y Daniel Martínez. El colombiano del EF, de 24 años, es el vigente campeón colombiano de contrarreloj y ha ganado este año una etapa del Tour de Colombia. Otro joven más con un futuro espléndido por delante. 

A la rueda de Pogačar, López, Kuss, Martínez se pegó Sivakov, que aguantó en cabeza a pesar de una fuerte caída que sufrió y le desgarró el maillot. Por detrás, Pinot vivía una situación delicada, ya que nadie se mostraba dispuesto a colaborar con él, lo que daba alas a las opciones de Martínez. Apenas seis segundos tenia de ventaja en la general Martínez sobre López, lo que dio pie a varios movimientos entre los corredores del grupo delantero. Pinot no dio su brazo a torcer. Aguerrido, siempre combativo, lo intentó. Encontró cierta colaboración en Warren Barguill, Romain Bardet y Guillaume Martin. Pinot llegó a estar a 18 segundos de la victoria en la general, pero Martínez resistió bien y se llevó, contra todo pronóstico, el Dauphiné. Le acompañaron en el podio Pinot, a 29 segundos al final en la general, y Guillaume Martin, a 41 segundos. 

La etapa fue para Kuss, el último hombre de Roglic en la montaña, que va como una moto. Ganó en solitario la etapa, para dejar claro que el Jumbo-Visma será el equipo a seguir en el Tour. Además, Tom Dumoulin ha mostrado que está mejorando a pasos agigantados, lo cual es una noticia sensacional para el ciclismo, tras el parón sufrido por el corredor neerlandés por problemas de salud. Peores sensaciones transmite Enric Mas, que hoy ha aguantado algo más en la cabeza, pero que está muy lejos de lo que cabría esperar de él. Quedan dos semanas para el Tour. El tiempo dirá. 

El Dauphiné deja conclusiones, pero también incertidumbres. Para empezar, porque el Tour dura tres semanas y nadie nos dice que a quien hoy está con un poderío insultante se le pueda hacer demasiado larga la carrera. En ese sentido, y asumiendo que Roglic se podrá recuperar sin problema de la caída, hoy por hoy es el corredor más fuerte del pelotón. La experiencia del año pasado con el Giro, donde lideró la carrera hasta que perdió fuelle en la tercera semana, puede ser un antecedente que invite a la cautela. En cualquier caso, no es sólo Roglic, es todo su equipo Jumbo-Visma el que exhibe un poderío enorme, con Kuss, Van Aert, Kruijswijk. Dumoulin y Bennett mostrando un gran estado de forma. Muchas más dudas genera el Ineos de Bernal, pero también de Geraint Thomas y Chris Froome, que han perdido minutadas en este Dauphiné. Del resto de aspirantes, quien más regularidad ha mostrado es Pinot, que ya el año pasado rindió a un gran nivel, hasta que tuvo que abandonar. 

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