Nuevo golpe de autoridad de Roglic


La única esperanza a día de hoy para Egan Bernal de cara al Tour de Francia hay que buscarla en el Giro del año pasado. Aquella edición de la corsa rosa tuvo un dominador claro, Primoz Roglic, quien llegó a la carrera con una fortaleza descomunal, tras haber ganado el UAE Tour más una etapa, la Tirreno-Adriático y el Tour de Romandía más tres etapas. El corredor esloveno había ganado casi todo lo que había corrido antes de disputar el Giro y en esa misma versión arrolladora comenzó la carrera, pero al final se le hizo demasiado larga, alcanzó su pico de forma demasiado pronto y sólo pudo ser tercero en la prueba italiana. 

Hoy por hoy, Roglic es, con una diferencia considerable, el candidato número uno a ganar el Tour de Francia. El más fuerte, sin duda. También el que tiene un equipo más sólido. Es insultante su dominio y la capacidad de controlar las carreras del Jumbo-Visma. Es pronto para sacar conclusiones antes del Tour, y más aún teniendo en cuenta que este año es raro y todo es demasiado novedoso como para hacer análisis basados en lo ocurrido otras temporadas, pero ahora mismo Roglic y su equipo están unos cuantos escalones por encima de sus rivales. Sólo la posibilidad  de que Roglic esté demasiado fuerte demasiado pronto puede consolar un poco al Ineos de Bernal, acostumbrado a mandar a su antojo en la Grande Boucle, pero que este año afrontará la mayor amenaza desde que domina la carrera. 

Hoy lo ha intentado el Ineos. Ha sido atrevido y ha querido desgastar al Jumbo-Visma, marcando un ritmo muy exigente en el Col de Porte. En parte, ha conseguido su objetivo inicial, ya que provocó que se descolgaran del gran grupo, cada vez menos grande, Steven Kruijswijk y Tom Dumoulin. Pero Roglic resistió, imperturbable, y junto a él, Sepp Kuss, que hoy ha sido su último hombre en la montaña, sólido como una roca. Quedaban dos kilómetros y medio para el final de la etapa y nadie atacaba. Arrancó entonces Emmanuel Buchmann y tras ese movimiento llegó un mini demarraje de Nairo Quintana. Pero poco más. El Jumbo-Visma controló la situación sin aparente dificultad. Kuss, inmenso, cortó en seco cada ataque, mientras Bernal flaqueaba. 

Que iba a llegar un ataque potente de Roglic estaba cantado. Y llegó, claro que llegó. Y nadie, absolutamente nadie, pudo darle caza. Otra vez, enorme, sin dar opción a los rivales, atacando cuándo y cómo quiere. Nuevo recital del Jumbo-Vismo, nuevo golpe de autoridad de Roglic, que aventajó en ocho segundos a Thibaut Pinot, a Buchmann y Guillaume Martin; en diez segundos a Quintana, Miguel Ángel López, Daniel Martínez, Mikel Landa, Richie Porte y Egan Bernal; en 59 segundos a Romain Bardet y ya en más de un minuto al resto de rivales. 

Con sus 10 segundos de bonificación en neta, Roglic tiene 12 segundos de ventaja sobre Pinot, 14 sobre Buchmann, 16 sobre Bernal, 18 sobre Martin y 29 sobre Quintana, López, Martínez, Landa y Porte. Mañana se disputa una nueva etapa de montaña, nueva ocasión de medir las fuerzas de los candidatos a ganar el Tour, entre los que brilla con luz propia Primoz Roglic. 

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