Tour de Francia 2020: El recorrido

 

Este sábado comienza el Tour de Francia. Es difícil que siete palabras den tanta felicidad. No pintaba nada bien esta temporada ciclista en este 2020 pandémico. No pintaba nada bien nada, en general. Pero la temporada, poco a poco, ha ido regresando y este sábado 29 de agosto partirá de Niza la 107º edición del Tour de Francia, la mayor carrera ciclista del mundo, la más mediática, la más internacional. Lo hará, eso sí, con un estricto protocolo de seguridad ante el coronavirus, que plantea, por ejemplo, la expulsión de un equipo si tiene dos casos de positivos por coronavirus en su estructura. Además, en muchas de las ciudades por las que transcurrirá la carrera el uso de mascarillas es obligatorio. Con la incertidumbre que acompaña a nuestras vidas en este siniestro año bisiesto, con toda la prudencia a la que obliga esta pesadilla, el sábado empieza el Tour. Excepcional noticia para los amantes del ciclismo y para toda la familia de este deporte, que puso como objetivo principal salvar esta carrera cuando se comenzó a hablar del calendario rehecho y comprimido que se ha tenido que improvisar por la pandemia. El Tour puede no ser la carrera más dura ni la más bella. Pero el Tour es el Tour. 
Como siempre, hoy comenzamos una serie de artículos que sirvan de previa de la Grande Boucle. Hoy analizaremos el recorrido, que es uno de los más atractivos de los últimos años. Aquí va el análisis etapa por etapa. 


Niza acogerá el comienzo de esta edición del Tour con una etapa que tendrá previsible desenlace al sprtint, aunque cuenta con dos puertos de tercera categoría. Día para saber quién será el primer portador del maillot amarillo de líder. 
La segunda etapa del Tour repite comienzo y final en Niza, aunque el recorrido será esta vez mucho más escarpado, con dos puertos de primera (Col de la Colmiane y Col de Turini), uno de segunda (Col d'Éze) y varias subidas no puntuables, como el Col des Quatre Chemins, que está situado a unos nueve kilómetros del final. 
Nueva jornada rompiernas, la tercera con salida desde Niza. La etapa terminará en Sisteron tras 198 kilómetros. Posiblemente, nueva ocasión para los velocistas. 

No es nada habitual en el Tour encontrar tanta montaña tan pronto, incluido este primer final en alto, en un puerto de cierta entidad, con 7,1 kilómetros al 6,7% de desnivel medio, tras otras cuatro dificultades orográficas (tres puertos de tercera y uno de cuarta). 
La quinta etapa, entre Gap y Privas, es más propicia para hombres rápidos, aunque hay dos puertos de cuarta categoría en su tramo final que pueden invitar a alguien a jugar a ciclista y romper el guión de la llegada masiva. 

Más montaña en la sexta etapa de la carrera, con final en Mont Aigoual, que tiene 8,3 kilómetros de ascensión y un desnivel del 4%. Antes se subirá el Col de la Lusette, también de primera.  
El séptimo día el recorrido es también algo ondulado, pero no hay grandes dificultades montañosas. Nuevo día para una fuga y para que los velocistas apuren sus opciones. 
La octava etapa del Tour, entre Cazères-sur-Garonne y Loudenvielle, de apenas 141 kilómetros, será el primer contacto verdaderamente serio con la montaña para los corredores. Se subirán tres clásicos de la ronda gala: el Col de Menté (de primera, 6,9 kilómetros al 8,1%), el Port de Balès (de categoría especial, 11,7 kilómetros al 7,7%) y el Col de Peyresourde (de primera, 9,7 kilómetros al 7,8%). La meta está tras el descenso de este último, apenas 11 kilómetros después de su cima. 
Entre Pau y Laruns transcurrirá la novena etapa del Tour, la última antes del primer día de descanso. Nuevo día exigente, con cinco puertos. El Col de Marie Blanque, de primera categoría, con 7,7 kilómetros de ascensión y un desnivel medio de 8,6%, será el plato fuerte del día. 
El Tour inaugura su segunda semana de carrera con una jornada totalmente llana, caramelo para los sprinters. 
Más de lo mismo. Salvo sorpresa mayúscula, día de volata tras una escapada. 
La duodécima etapa de la ronda gala ya cambia el escenario, con cuatro puertos a lo largo de sus 218 kilómetros de recorrido, además, en orden creciente de dificultad, ya que empieza con dos ascensiones de cuarta categoría, antes de afrontar la Côte de la Croix du Pey, de tercera, y la subida a Suc au May (2,8 kilómetros al 7,7%), cuya cima está a a poco más de 25 kilómetros del final en Sarran. 
Un final en alto tras una jornada rompepiernas plantea la muy atractiva decimotercera etapa de la prueba, con tres puertos de tercera, dos de segunda y dos primera. La meta está situada en Puy Mary Pas de Peyrol, catalogada de primera categoría, por sus 5,4 kilómetros con un desnivel medio del 8,1%. 

El Tour llegará a Lyon tras la clásica etapa exigente (los ciclistas ascenderán cinco puertos) que más de un buscador de gloria tendrá apuntada en rojo en su libro de ruta. Día para escapada de nivel. 
En Lyon concluye la decimocuarta etapa y de Lyon parte la decimoquinta, el último esfuerzo de los corredores antes del segundo día de descanso. Y vaya esfuerzo, ya que se concentran en los sesenta kilómetros finales de la etapa tres puertos muy duros: Montée de la Selle de Fromentel (de primera, 11,1 kilómetros al 8,1%), Col de la Biche (de primera, 6,9 kilómetros al 8,9%) y el final en el mítico Grand Colombier, que está catalogado como puerto de categoría especial, con 17,4 kilómetros al 7,1%. 
Las etapas posteriores a un día de descanso suelen ser peligrosas y esta decimosexta etapa del Tour, con cinco puertos y final en alto, se le puede complicar a más de uno. Será un aperitivo de la tremenda jornada del día siguiente. 
Miércoles, 16 de septiembre, un día para no hacer planes. Sólo se subirán dos puertos, pero menudos puertos: Col de la Madeleine (de categoría especial, con 17,1 kilómetros al 8,4%) y Col de la Loze, donde concluirá la etapa, que también es de categoría especial, por sus interminables 21,5 kilómetros al 7,8% de desnivel medio. 

El Tour va llegando a su fin y para la decimoctava etapa propone un recorrido muy duro, con cinco puertos puntuables (seis si contamos el Col des Fleuries, que está situado a diez kilómetros del final). 

Aparente jornada de transición, propicia para las fugas y para que los favoritos se reserven para la única contrarreloj de esta edición de la carrera. 
36,2 kilómetros separarán al líder del Tour a estas alturas de la carrera de su victoria final en París. 36,2 kilómetros de lucha contra el reloj que incluye la dura ascensión a La Planche des Belles Filles, de primera categoría, con 5,9 kilómetros al 8,5%. Será el juez de la carrera. 
Cuando las bicicletas llegan a París, termina el verano, dejó dicho Dalí. Este año, por tanto, el verano terminará el 20 de septiembre, el día de la última etapa del Tour, con el clásico final en los Campos Elíseos de París. Que se llegue a esa etapa sin incidentes y sin rastro del maldito coronavirus sería la mejor de las noticias. 

Comentarios