Ewan gana un ajustado y peligroso sprint


Hoy era un día para serle infiel al Tour, aunque sólo fuera un poco. Mientras que la undécima etapa de la prueba francesa, en principio, no anticipaba grandes novedades, ya que tenía un perfil llano y parecía claro que estaba destinada al sprint, en la Tirreno-Adriático el recorrido de la tercera etapa era mucho más prometedor. Además, la etapa de la carrera italiana concluía dos horas antes que la de la prueba francesa, así que muchos hoy dejaron a Matthieu Ladagnous (Groupama-FDJ) escapado en el Tour, marchando en solitario a una distancia prudencial del pelotón, para ver la etapa de la carrera de los dos mares, donde se esperaba batalla. 





Allí, en Italia, el recorrido invitaba a la fiesta y así fue. El Education First fue uno de los equipos que se encargó de mantener a los fugados controlados. Cuando llegó la última ascensión al Poggio Murella se vio claro que Michael Woods haría todo lo posible por honrar el trabajo de sus compañeros y sacar partido de él. Atacó con fuerza el canadiense y se marchó en solitario hacia adelante, camino de la victoria. Poco después llegó a su altura Rafal Majka, a quien no es habitual ver atacar. Pero allá que se fue, para intentar disputarle a Woods el triunfo de etapa. No lo logró y en el mano a mano se impuso el ciclista canadiense, quien pasa a ser el nuevo líder de la carrera italiana. Es su primera victoria desde la Milán-Turín del año pasado, así que Italia se le da bien a Woods. 


En el grupo perseguidor llegaron, entre otros, los dos líderes del Astana (Fuglsang y Vlasov) y Geraint Thomas, que liderará al Ineos en el Giro y quien parece encontrarse cada día más fuerte. Peores sensaciones transmitió Chris Froome, quien no pudo resistir el ritmo del grupo. Mañana llega la montaña a la carrera de los dos mares, así que habrá que volver a mirarla de reojo. 


De vuelta al Tour, Sam Bennett, vestido con el maillot verde de líder de la regularidad, se impuso a Peter Sagan en el sprint intermedio. La aventura de Ladagnous, como era de prever, no llegó a buen puerto y, tristemente, las únicas noticias antes de la llegada fueron las caídas y dos abandonos, el de Gregor Mülhberger y el de Ion Izaguirre, quien se vio envuelto en una fea caída a poco más de 20 kilómetros del final. 


El recorrido tenía como el punto más arriesgado del día para los hombres de la general un repecho a falta e tres kilómetros, lo que provocó mucha tensión porque todos los equipos de los favoritos quisieron situar a sus líderes al frente. 


Lo probó con una fuerza descomunal Pöstlberger (Bora) a quien siguieron Asgreen y Jungels, del Deceuninck-Quick Step. Fueron cazados, pero exigieron al gran grupo y dispararon la emoción. El sprint fue de los más ajustados, emocionantes y peligrosos de lo que va de Tour. Se ha impuesto por la mínima Caleb Ewan, que ha ganado ante Wout Van Aert, Peter Sagan y Sam Bennett. Sagan y Van Aert han tenido un encontronazo que, afortunadamente,  no ha llegado a mayores, mientras que en el otro extremo se imponía por muy poco Ewan. Es la segunda victoria en este Tour para el velocista australiano del Lotto-Soudal. 


El movimiento irregular de Sagan, que ha empujado a Van Aert, se ha traducido en la descalificación en la etapa del ciclista eslovaco, que pasa a ser 83 en la etapa.



Mañana ya cambia el decorado con la llegada al Macizo Central. Etapa larga, de 218 kilómetros, con dos puertos de cuarta categoría, uno de tercera, otro de segunda y muchas más ascensiones no catalogadas. Día ideal para escapadas, en el que está por ver si algún aspirante a la victoria intenta poner en aprietos al Jumbo-Visma del líder, Primoz Roglic. No parece demasiado probable, pero todo puede pasar. 

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