Festival esloveno en el Tour

Eslovenia tiene dos millones de habitantes y es un país con escasa tradición ciclista, pero ese pequeño país está mandando en el Tour de Francia. La alianza entre Primoz Roglic, cada día líder más sólido de este Tour, y el joven Tadej Pogacar, que ya se ha puesto segundo en la general de la ronda gala, ha puesto de manifiesto la debilidad de sus rivales en la lucha por la victoria final, sobre todo, de Egan Bernal, a quien han aventajado en 30 segundo. 

La etapa, preciosa, nos ha ofrecido dos batallas, la de la victoria parcial y la de la general. En la lucha por la etapa, de la que luego hablamos en más detalle, se impuso Daniel Felipe Martínez. En la de la general, el recitó esloveno ha hecho daño a sus adversarios. El Ineos de Bernal decidió marcar un ritmo exigente en el gran grupo, lo que daba a entender que el vigente campeón del Tour tenía ganas de dar guerra en la etapa de hoy. Pero un ataque de Pogacar, siempre valiente, en la ascensión final a Puy Mary, ha dejado claro que Bernal no está tan fuerte como el año pasado. Es cierto que el corredor colombiano es un ciclista de fondo al que no le vienen bien esos explosivos cambios de ritmo, pero hoy ha sufrido mucho. Sin dejarse ir, por supuesto, pero lo ha pasado mal y ha mostrado debilidad. 

Roglic, a lo suyo, ha imprimido un ritmo trepidante al dúo de cabeza. Sin mirar atrás, sin pedir relevos a Pogacar (que al final ya tampoco andaba sobrado de fuerzas), apretando con fuerza para hacer el mayor destrozo posible. Aguantaron mejor que Bernal Richie Porte, Miguel Ángel López y Mikel Landa, los únicos que tres que siguieron, a lo lejos, la estela de los titanes eslovenos. Mucho antes había perdido contacto con el grupo de los elegidos Guillaume Martin, que era tercero en la general cuando empezó la etapa, y también Romain Bardet y Nairo Quintana, quienes se vieron envueltos en una caída a más de 80 kilómetros del final, que provocó la retirada de Bauke Mollema. 



Tras el golpe de autoridad de hoy, Roglic es más líder de la carrera con 44 segundos de ventaja sobre Pogacar, 59 segundos sobre Bernal, 1:10 sobre Urán, 1:12 sobre Quintana y 1:31 sobre López. Dos españoles están en el top 10: Landa, a quien hoy se ha visto bien, pero sin opción real de seguir a Roglic y Pogacar, que es octavo a 1:55, y Enric Mas, décimo a 2:54.

Van pasando los días y el temor de que Roglic perdiera fuerzas y se le hiciera demasiado largo el Tour se va alejando. No sólo está aguantando, sino que parece ir cada día mejor que el anterior. Es un líder sólido y sigue contando con el mejor equipo. Hoy, otra vez, Van Aert, Dumoulin, Kuus y compañía han trabajado para él a la perfección, hasta que el propio Roglic ha defendido en primera persona su posición ante su insistente compatriota Pogacar, que aspira a todo, por supuesto. 



En la lucha por la etapa, que se resolvió unos cuantos minutos antes de que se registrara la batalla por la general, el ganador fue Daniel Felipe Martínez, ganador del Dauphiné, que suma su primer triunfo en el Tour, tras imponerse en un mano a mano con Lennard Kämna. Los dos entraron en la numerosa escapada del día, formada por 17 corredores. Además de ellos dos, entraron los compañeros de Martínez en el Education First Carthy y Powless, con lo que se siguieron líderes en la clasificación por equipos, y otro coequipier de Kämna, el gran Schachmann, que fue cabeza de carrera en solitaria hasta la ascensión final. Completaron la escapada Cavagna, Alaphilippe, Geschke, Daniel Martin, Marc Soler (de nuevo, muy bien, y de nuevo también, demasiado generoso en el esfuerzo), Madouas, Rolland, De la Cruz, Barguil, De Marchi, Edet, Sicard y Sivakov. 



Mañana, etapa rompepiernas propicia para que se forme una escapada consentida, salvo que el Bora de Sagan intente amarrar las opciones de triunfo de etapa del eslovaco. 


En esta trepidante sucesión de competiciones deportivas que ha generado la recomposición del calendario por culpa del coronavirus, antes del Tour hemos vivido una emocionante etapa de la Tirreno-Adriático, donde otra vez entró Carretero en la fuga, por cierto, acoladlo entre otros de Van der Poel. 

En la subida final a Sassotetto se pusieron a prueba los favoritos, que son también los aspirantes a ganar el Giro de Italia. Atacó Nibali a seis kilómetros, pero poco después se quedó descolgado. Incluso cuando está lejos de su mejor versión lo prueba el italiano. El demarraje definitivo fue el de Simon Yates, que ganó la etapa en solitario y se vistió de líder. Otras conclusiones que nos deja el día son que Geraint Thomas se encuentra cada día mejor y que Vlasov está más fuerte que Fuglsang. Ambos liderarán al Astana en el Giro. 

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