Giro de Italia 2020: El recorrido

 

Este sábado comienza el Giro de Italia, una edición otoñal de la carrera que tradicionalmente se disputa en el mes de mayo. Llega el Giro después del Tour de Francia e inmediatamente antes que la Vuelta, con la que coincidirá en su último fin de semana. Y llega con la incertidumbre generada por el coronavirus, que lo ha trastocado todo y obliga a mantener los grupos burbuja en los equipos y a tener la máxima prudencia. Una edición peculiar del Giro, por las fechas y por el cambio obligado en el recorrido, ya que las tres primeras etapas se iban a disputar en Hungría. Con todo, el recorrido, tan duro y lleno de trampas como siempre, promete grandes emociones, igual que el elevado nivel de la participación. 

Una de las peculiaridades del Giro, sobre todo si se compara con el Tour, es que tendrá tres etapas contrarreloj, incluida una el último día en Milán, donde se terminará de decidir la corsa rosa. Estas son las 21 etapas de la carrera. 


Con una contrarreloj individual de 15,1 kilómetros entre Monreale y Palermo comienza el Giro de este año. Una prueba contra el crono para elegir a la primera maglia rosa y para ver las primeras diferencias entre los favoritos. 


Entre Alcamo a Agrigento transcurre la segunda etapa, primera en línea, con final cuesta arriba, muy propio del Giro. 


Los velocistas tendrán que seguir esperando su oportunidad, porque la tercera etapa llega al Etna. Primer final en alto, muy exigente, que pondrá a prueba el nivel de los favoritos. Como se suele decir, en la primera etapa de montaña de las grandes vueltas no se sabe quién ganará la carrera, pero sí quienes no lo harán. Es una subida final de 18,9 kilómetros, con un desnivel medio del 6,6%, aunque los tres últimos kilómetros son más exigentes, con pendientes medias del 9%. 


La ascensión a Portella Mandrazzi, situada en mitad del recorrido, será la gran dificultad del día para los ciclistas en la cuarta etapa, con final en Villafranca Tirrena

Quinta etapa y nuevo contacto con la montaña. Los ciclistas tendrán que afrontar la ascensión al Val di Montescuro, de cerca de 25 kilómetros de ascensión, pero con tramos de hasta el 18%. La cima de este puerto, catalogado de primera categoría, está a 10 kilómetros del final. 

Tras el castigo de las etapas anteriores, la sexta etapa del Giro también tendrá un recorrido escarpado, aunque menos que el del día previo. El final pica hacia arriba. 


La séptima etapa será la primera jornada del Giro con un perfil realmente llano. La única etapa de la primera semana de la corsa rosa destinada claramente al sprint. 

El Monte Sant Angelo, de segunda categoría, está situado a mitad de la octava etapa, que después tendrá un recorrido de constantes altibajos hasta el final en Vieste. Día más o menos tranquilo antes de una nueva jornada de montaña. 

Dos puertos de primera y dos de segunda con más de 4.000 kilómetros de desnivel acumulado. Es el muy atractivo recorrido que presenta la novena etapa del Giro, que transcurrirá por los Apeninos. Son solución de continuidad, se encadenarán las ascensiones a Passo Lanciano, Passo di San Leonardo y Bosco di Sant'Antonio. La subida final a Roccaraso tiene 10 kilómetros y un desnivel medio del 5,7%, pero con los dos últimos kilómetros al 7%. 


Tras el primer día de descanso, el martes 13 de octubre se reanudará el Giro con su décima etapa,una jornada rompepiernas, que invita al espectáculo. 
La undécima etapa, con final en Rimini, parece apta para los velocistas. No será fácil que la dejen escapar en un Giro con tan pocas oportunidades para ellos. 

Con principio y final en Cesanatico, la etapa 12 del Giro ofrece un recorrido de media montaña. Día para una escapada de nivel. 


La decimotercera etapa del Giro tiene un recorrido totalmente plano, pero justo en sus kilómetros finales incluye la ascensión a dos puertos de cuarta categoría, que suponen una invitación a los ataques. 

Día importante para el Giro. Una contrarreloj individual de 34,1 kilómetros en el que habrá diferencias entre los favoritos, lo que obligará a los escaladores a atacar en las jornadas venideras, sobre todo, de la última semana de carrera. 


Desde la base aérea de Rivolto parte la decimoquinta etapa de la carrera, que incluye tres puertos de segunda categoría y uno de primera. La subida final a Piancavallo es muy dura, sobre todo, en sus primeros diez kilómetros, con un desnivel medio del 9% y rampas de hasta el 14%. 


Tras el segundo día de descanso del Giro, la carrera italiana reanuda la competición con una jornada rompepiernas, propicia para ver una fuga, en la que los ciclistas que aspiran a ganar el Giro se guardarán todas las fuerzas que puedan. 
Con la decimoséptima etapa el Giro entra en su fase decisiva. Día duro de montaña, con un puerto de tercera y tres de primera. Primero se subirá a Forcella Valbona, para afrontar justo después del descenso la subida al Monte Bondone (20 kilómetros al 6,8%, con rampas de hasta el 15%). Aún quedarán dos subidas más: Paso Duorone y la ascensión final a Carisolo, con sus 12,5 kilómetros al 6%. 

Más madera en la etapa 18. Nueva jornada de alta montaña. Otra vez taponne marca de la casa en el Giro. Jornada alpina con 5.400 metros de desnivel acumulado. Nada más salir se sube el Passo Campo Carlo Magno y después el Passo Castrin/Hofmahdjoch, novedoso tramo en el Giro camino a Val d'Ultimo/Ultental. Después, Val Venosta y Stelvio, con 25 kilómetros al 7,5%. Será el gran coloso de este Giro, con 2.758 metros de altitud y la mitad de la ascensión por encima de los 2.000 metros. La subida final de cerca de 9 kilómetros al 7% camino de las Torres de Fraele. De entrada, la etapa reina del Giro. Jueves 22 de octubre. Día para anotarse en la agenda. 


La decimonovena etapa será de esas que entusiasman lo justo a los ciclistas, porque tiene nada menos que 253 kilómetros, entre una etapa de alta montaña y otra. 


Otro día de los de no perderse. Penúltima etapa del Giro, con visita a Francia a través de los Alpes. Más de 5.000 kilómetros de desnivel presenta la etapa, con las ascensiones consecutivas al Colle dell'Agnello, el Col d'Izoard, el Col de Montgenèvre y el final en Sestriere. En total, 55 kilómetros de subida con picos de hasta el 15%. 

Milán recibirá a los supervivientes de tres semanas de máximo nivel por toda Italia. El último esfuerzo será una contrarreloj de 15,7 kilómetros, donde se decidirá todo lo que esté aún por decidir. 

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