Nuevo día con doble cita con las grandes vueltas: la decimoséptima etapa etapa del Giro y la segunda de la Vuelta, ambas en terreno montañoso. La Vuelta terminó más de una hora después del final de la etapa de la corsa rosa y así será durante toda la semana de convivencia entre ambas carreras, lo que permitirá a quienes puedan seguirlo en directo ver una prueba justo después de la otra.
La ronda española ha vuelto a regalar un gran espectáculo y eso que sólo estamos en el segundo día de competición. Salió de Pamplona la etapa, tierra del Movistar, que se siente allí en casa. El equipo telefónico ha protagonizado un recital en la etapa, mandando en todo momento al frente del pelotón, reduciendo el grupo de favoritos a su mínima expresión y, finalmente, ganando la etapa con una soberbia escapada de Marc Soler, que se marchó en el descenso a San Miguel de Aralar y llegó triunfal en solitario a Lekunberri.
No está siendo esta temporada especialmente buena para el equipo español, más bien todo lo contrario, con una única victoria este año (precisamente de Soler en Mallorca, a comienzos de año) y ninguna desde que se retomó la competición tras el confinamiento. La Vuelta es su última gran oportunidad para lograr una victoria y no quieren dejarla escapar. Hoy, en casa, más en casa que nunca, han dado una exhibición, una lección ejemplar. Sencillamente impecable. El líder de la Vuelta es Primoz Roglic, nada menos, que defiende su triunfo del año pasado, pero no ha sido el poderoso Jumbo-Visma el equipo que ha asumido la responsabilidad hoy, sino el Movistar, dejando claro quién manda aquí. Están en casa y quieren demostrarlo.
La fuga del día, con Bruno Armirail, Gonzalo Serrano, Jonathan Hivert, Alex Aranburu y Tim Wellens, no cuajó. A falta de 30 kilómetros para el final, en un tramo llano antes de la subida a San Miguel de Aralar, lanzó un ataque Richard Carapaz, impulsado por Andrey Amador. Los dos, por cierto, exciclistas del Movistar, así que para ambos Pamplona y Navarra en general les traen buenos recuerdos. Amador compartía en Twitter esta mañana que justo hoy hace 12 años que llegó a Pamplona para correr en Europa. Día especial para el costarricense, uno de los mejores gregarios del mundo.
Hicieron hueco Amador y Carapaz, pero el Movistar, con un sensacional Carlos Verona, echó abajo su escapada, igual que hizo con el ataque de Luis León Sánchez a menos de seis kilómetros de la cima de San Miguel de Aralar. También lo probaron después Sepp Kuss y el propio Carapaz, pero ahí estaban Soler y Valverde para detener cualquier intento.
Ganó Soler la etapa, después de haber trabajado al frente del grupo, y dejó claro el Movistar que va a por todas en esta Vuelta. Mas es quinto a 17 segundos de Roglic y Soler es décimo a 1:04, tras el tiempo que ha tomado hoy. Por cierto, Roglic ganó el sprint del grupo y arañó seis segundos de bonificación. El esloveno, lejos de hundirse tras su derrota en el Tour, quiere ganar la Vuelta y resarcirse a lo campeón de lo ocurrido en la ronda gala.
Mañana, tercera etapa y nuevo final el alto, en la Laguna Negra, de primera categoría, con 8,6 kilómetros al 5,6% de desnivel medio y rampas de hasta el 10%.
El Giro está llegando a su final y la Vuelta no ha hecho más que empezar y, sin embargo, ha sido la ronda española la que ha ofrecido hoy más emoción y espectáculo. En la corsa rosa hubo hoy dos ganadores claros: João Almeida, que salva el día y sale reforzado en su liderato de la prueba, y Ben O’Connor, quien después de acariciar la victoria de etapa ayer ha vuelto a meterse en la fuga y esta vez ha ganado. La constancia tuvo premio y el ciclista australiano pudo festejar en solitario una enorme victoria, la más importante de la carrera de este ciclista australiano de 24 años.
El corredor de NTT fue el más fuerte de la fuga del día, formada por otros 18 corredores: Geoffrey Bouchard, Óscar Rodríguez, Hermann Pernsteiner, Ilnur Zakarin, Víctor De la Parte Gonzalez, Jesper Hansen, Rubén Guerreiro, Kilian Frankiny, Thomas De Gendt, Harm Vanhoucke, Héctor Carretero, Dario Cataldo, Eduardo Sepúlveda, Davide Villella, Louis Meintjes, Amanuel Gebreigzabhier Werkilul, Rohan Dennis y Diego Ulissi.
En la lucha por la general el día apenas dejó movimientos. El Sunweb aceleró el ritmo en la ascensión a Madona di Campiglio, como anticipo de un ataque de Hindley y otro posterior de Kelderman, al que respondió sin problemas Almeida, para quien trabajó Masnada en la parte final. Al final llegaron todos los favoritos de la mano. Un día menos para desbancar a Almeida del liderato.
Mañana, etapa decisiva, con laso por el Stelvio, el techo de este Giro, con sus más de 25 kilómetros de ascensión. Teniendo en cuenta que las etapa montañosa del sábado está en peligro, o al menos, parte de su recorrido, por la climatología y por las medidas de Francia contra el coronavirus, mejor harían los ciclistas que aspiran a desbancar a Almeida en tomarse la etapa de mañana como la última ocasión para asaltar la maglia rosa.
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