Ha sido tan impresionante la irrupción de ciclistas jóvenes talentosos y triunfadores en las últimas temporadas que ya damos por hecho que la mayoría de los protagonistas de la temporada sean veinteañeros. Otro de esos jóvenes que ha protagonizado el 2020 ciclista es Wout Van Aert, de 24 años, que ha encontrado un equilibrio perfecto entre la gloria personal, con triunfos de mucho nivel, y el formidable trabajo como hombre de equipo que hizo para Primoz Roglic en el Tour de Francia.
Si algo ha quedado claro este año es que el Tour es el gran escaparate del ciclismo mundial. Ya lo sabíamos, pero la pandemia nos ha recordado hasta qué punto nuestro deporte necesita al Tour como gran evento internacional, como centro de gravedad. Y allí, donde todos quieren estar, donde señalan todos los focos, donde la atención se concentra más que en ningún otro sitio, en la Grande Boucle, Van Aert firmó una carrera excepcional. Formaba parte del imponente Jumbo-Visma, el equipo más fuerte del Tour, el que dominó la carrera a su antojo hasta que la exhibición de Pogacar en la cronoescalada en La Planche des Belles Filles dejó a Roglic sin el maillot amarillo.
Van Aert ganó dos etapas en el Tour, donde fue un gregario de lujo para Roglic. Demostró ir sobrado de fuerza, ya que pudo entrar en sprints y lograr esos dos triunfos, pero sin descuidar en ningún momento el trabajo de equipo en servicio de su jefe de filas.
Pero, además de su inmenso rendimiento en el Tour, Van Aert también alzó los brazos en otras latitudes. Ganó en solitario, a lo campeón, la Strade Bianche, donde lanzó un ataque demoledor en el último tramo de sterrato; se llevó la Milán-San Remo, tras un mano a mano muy ajustado con Julian Alaphilippe, que le permitió ganar su primer monumento; logró una etapa en el Dauphiné, donde también compaginó el trabajo de equipo con sus opciones personales, y el campeonato de Bélgica contrarreloj.
Van Aert también brilló con su selección, ya que fue segundo en la prueba contrarreloj del Mundial y segundo también en la prueba en ruta. Un año prácticamente perfecto.
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