¿Peligra la temporada ciclista por el coronavirus?

 

Lamentablemente, la situación de la pandemia del Covid-19 no mejora, más bien todo lo contrario. A pesar de la esperanza de las vacunas, que llevarán su tiempo , los casos no paran de subir. Nada es más importante que la salud y la vida. Lo decíamos en marzo del año pasado y, por alguna razón, hay quien ya no lo dice o lo dice muy con la boca pequeña. En cualquier caso, sobra decir que cualquier cosa, incluida la temporada ciclista, carece de importancia ante una crisis sanitaria de semejante dimensión. Lo primero es antes. El año pasado, el ciclismo tuvo que reinventar por completo su calendario, trasladando el Tour a agosto y la Vuelta a noviembre, y en 2021 parece claro que el calendario no podrá ser exactamente como se deseaba. El objetivo es volver a la normalidad, pero ya sabemos que no podrá ser así por culpa del coronavirus. 
Queda mucho tiempo para que lleguen las pruebas más importantes del calendario, pero el comienzo de la temporada no invita a ser optimistas. Ya son más de 20 las carreras ciclistas que se han tenido que suspender o aplazar. Entre otras, la Vuelta a San Juan, en Argentina, donde se esperaba que comenzarán a rodar varios de los mejores ciclistas del mundo. Había incluso un sistema de burbujas planeado al detalle, con la posibilidad de fletar un avión desde París hacia Buenos Aires con los corredores europeos que iban a participar en la prueba. Pero la pandemia no da respiro a Argentina y ha obligado a suspender la carrera. 

Algo parecido ha ocurrido con la Challenge de Mallorca, que tradicionalmente es la primera prueba del calendario europeo. Las Islas Baleares es una de las Comunidades Autónomas más afectada por la pandemia, lo que ha forzado al aplazamiento de la carrera. Si todo va bien, se disputará del 13 al 16 de mayo

Ya sabíamos desde hace semanas que tampoco se podrán disputar este año las carreras australianas que dan el pistoletazo de salida a la temporada: el Tour Down Under y la Cadel Evans Great Ocean no se correrán esta temporada. 

El tiempo dirá si estas suspensiones y aplazamientos se limitan a las pruebas del comienzo de año, con el invierno y el aumento de los casos de coronavirus impidiendo la ansiada normalidad, o si también se extienden más allá. Es imposible saberlo. Bien, no nos engañemos, no pinta. Cada vez más países están volviendo al confinamiento estricto y esta situación hace difícil ser optimistas. Es cierto que el ciclismo dio un ejemplo el año pasado, con el establecimiento de grupos burbuja y la realización de miles de pruebas PCR. La experiencia en esta nueva normalidad que nada tiene de normal juega a favor de este deporte, porque ya se ha demostrado que puede hacerlo. Iremos viendo. Día a día. La mejor noticia sería que el calendario ciclista no se viera trastocado, porque eso significaría que la maldita pandemia llega a su fin. 

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