Inmenso Valverde


Este mes, el próximo día 25, Alejandro Valverde cumplirá 41 años. Podría ser el padre de los ciclistas de la generación dorada que asombran en cada carrera que disputan. Van der Poel y Van Aert tienen 26 años; Pogacar, 22; Evenepoel, 21. Valverde podría ser su padre, sí, pero se resiste a dejar de ser protagonista. Y así como todos los aficionados al ciclismo, independientemente de sus preferencias o su nacionalidad, celebran las salvajadas de estos jóvenes insolentes de enorme calidad, todos festejamos también qué Valverde siga dando guerra, que continúe con hambre de victorias y que siga logrando triunfos, brillando, además, al ataque, con ambición, decidido a disfrutar del ciclismo en la que posiblemente sea su última temporada como profesional. 

Hoy Alejandro Valverde, Alejandro el Magno, ha vuelto a ganar dos años después de su última victoria. Se ha llevado el Gran Premio Miguel Indurain, en casa de su equipo, el Movistar. El corredor español más completo de siempre ha vencido en en nombre del mejor ciclista español de todos los tiempos. Valverde ya demostró en la Volta a Catalunya que vuelve a tener fuerzas y ganas de dar la batalla. Y hoy ha conseguido una victoria soberbia en tierras navarras, en este pequeño milagro de cada año que le debemos al club ciclista Estella. El Movistar demostró desde pronto que hoy iría a buscar la victoria para su líder. Fue el conjunto telefónico el que asumió la responsabilidad de echar abajo la escapada inicial, formada por Aristi, Madrazo, Irisarri, Albanese, Oronte y Carvalho. 

Como es habitual en esta prueba de un día, la carrera ha presentado un recorrido escarpado, sin un metro llano, atractivo y propicio para los emboscadas. se marcharon hacia adelante a falta de 47 kilómetros para el final Luis León Sánchez (Astana) y Ben Swift (Ineos). Luego llegaron a su altura Ben Hermans (Israel) y Jefferson Cepeda (Caja Rural-Seguros RGA). El cuarteto delantero se entendió bien y llegó a tener más de 40 segundos de ventaja, mientras que por detrás lo probó Nicola Conci (Trek).

Cuando faltaban 13 kilómetros aceleró el Cofidis de Pierre Latour y de Guillaume Martin, que también estaban locos por la música. En uno de los últimos repechos del día, a falta de 11 kilómetros del final, Luisle atacó para deshacerse de la compañía de Hermans y Swift. Algo antes se había cortado ya Cepeda. Poco después atacó Valverde. Y ese movimiento lo cambió todo. El corredor del Movistar llegó a la altura de Luisle, que no dio relevos ni colaboró con su paisano murciano y también bien amigo suyo. El ciclista del Astana sabe mejor que nadie que si colaboraba con Valverde no tendría ninguna opción ante él al final, ya que el campeón del mundo de 2018 llegaba muy fuerte y también, claro, más fresco que el vigente campeón de España, mucho más cansado al llevar ya unos cuantos kilómetros en fuga. 

Cuando restaban menos de siete kilómetros para la meta atacó Alexey Lutsenko, compañero de Luisle en el Astana. El ciclista kazajo llegó a la altura del dúo murciano, pero Valverde volvió a acelerar. Genio y figura. Lutsenko les adelantó poco después, aunque en el último repecho le volvieron a dar caza. Muy emocionante final. Intenso. Lleno de alternativas. Y con Valverde en plan campeón, mostrando su mejor versión en años. A dos kilómetros del final atacó Valverde y se fue en solitario hacia adelante. Estaba cantado. Hoy no se le escapaba la victoria Inmenso. Legendario. Inmortal. Enorme. Venció Valverde, sí, en nombre de Indurain. Valverde no ha dicho su última palabra. Bienvenido sea en este ciclismo en el que manda un grupo de geniales veinteañeros, pero en el que el cuarentón Valverde aún tiene alguna bala en la recámara. 

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