Soler asalta el liderato en Romandía




Opinar cómodamente sentado en el sofá sobre el esfuerzo de los ciclistas en la carretera es siempre un tanto osado, pero no digamos ya en días como el de hoy en el Tour de Romandía. Un día de perros, con lluvia desde la salida y el asfalto muy mojado y peligroso. Un día para admirar a todos los corredores y elogiar su valentía, porque ha sido una etapa peligrosa. Por eso tiene aún más mérito la victoria de etapa conseguida por Marc Soler, que atacó a falta de 10 kilómetros para el final, tras la ascensión a la última cota del día. Fue un demarraje valiente, casi kamikaze. Se lanzó hacia la victoria en solitario, allí donde la prudencia invitaba a aguantar en el pelotón, sin más, sin arriesgarse más de la cuenta. Pero se arriesgó, vaya si arriesgó, para conseguir su primera victoria del año, la quinta ya del Movistar, y ponerse además líder de la carrera suiza. 


Ha sido una victoria espectacular. No estaba el día para grandes aventuras, no. Había que tener piernas, claro, pero también osadía y valor. Allá que se fue Soler, poco después de que Stefan Küng se cayera en un descenso cuando marchaba en cabeza de carrera, y también poco después de que se fuera al suelo Rohan Dennis, hasta hoy, líder de la carrera helvética. No lo  dudó Soler, el único el ciclista catalán, el único corredor del Movistar que logró ganar el año pasado, el ciclista que liderará a la escuadra telefónica en la próxima edición del Giro. A Soler sólo le persiguió Ion Izaguirre, otro valiente y muy habilidoso en el descenso, pero que no pudo llegar a su altura.


En el grupo del líder, muy menguado, nadie estaba dispuesto a asumir los riesgos necesarios para echar abajo la escapada de Soler, que marchaba volando hacia la victoria. Soler miraba hacia atrás y hablaba con la radio del equipo, en busca de referencias. Quería saber si ganaría. Y cuando ganó y entró triunfal en la meta, ya sabiéndole ganador, ya tras cruzar la línea final, volvió a mirar hacia atrás, esta vez, para cerciorarse de que sería el nuevo líder de la carrera. Objetivo cumplido. Día de gloria para Soler, nuevo líder de una carrera que, por lo demás, sigue muy controlada por el Ineos, que cuenta con Thomas y Porte como dos bazas muy serias irá ganar la prueba. 


Por cierto, Soler entró en meta llevándose el dedo a la boca, mandando callar, suponemos que a sus críticos y a los críticos con el Movistar. Podría haberse ahorrado el gesto, pero no lo vamos a cuestionar yendo como iba con las pulsaciones disparadas tras semejante esfuerzo. Creo que con Movistar ocurre algo curioso. El único equipo español en la primera división del ciclismo suele ser la diana clásica de las críticas de muchos aficionados. A veces, con razón, pero otras sí da la sensación de que hay una cierta manía, ciertas ganas de atacar al conjunto telefónico que por todo todo el rato, con la única excepción (a veces ni eso) de Alejandro Valverde. El gesto de Soler parece indicar esa rabia, esas ganas de reivindicarse. La mejor forma de hacerlo, desde luego, es consiguiendo victorias tan impresionantes como la de hoy. 


Soler, de 27 años, se enfrenta a mucha presión, esa que ha querido liberar hoy con ese gesto en meta. Para empezar, la presión que él mismo se puso por su clase tras ganar el Tour del Porvenir en 2015. Después, por la ausencia o la escasez de victorias del Movistar, siempre en el ojo del huracán, siempre juzgado y escrutado con detalle y, en ocasiones, con poco cariño. Y también, claro, por la presión añadida de ver a tantos ciclistas de su generación o incluso de una generación más joven que la suya que están logrando triunfos sensacionales y están mandando en el pelotón internacional pese a su insultante juventud. Eso y la manía, tan extendida en España, de exigir a cualquier ciclista que destaque que se centre en las vueltas de tres semanas, como si ser un corredor que ataca de lejos, da espectáculo y gana etapas, como Hirschi o De Gent, por ejemplo, fuera un fracaso, como si todos los corredores tuvieran que aspirar a ganar el Tour. 




Soler dedicó la victoria a Jesús Hoyos, médico del Movistar fallecido hoy y que dedicó 24 años de su vida al equipo ciclista. Descanse en paz. 


El ciclista catalán es líder y aventaja en 14 segundos a Thomas, Porte y Colbrelli, en 16 segundos a Hirschi y en 21 segundos a Kelderman y Kuss, quien hizo un amago de ataque en una de las últimas subidas del día. 


La escapada inicial estuvo formada por Kobe Goossens (Lotto Soudal), Stefan Küng (Groupama FDJ), Sander Armée (Qhubeka), Matthias Reutimann (academia suiza), Stefan Bissegger (EF), Charles Quarterman (Trek Segrafedo) y Johan Jacobs (Movistar Team). 




Hoy también ha comenzado la Vuelta a Asturias, cuya primera etapa ha ganado en solitario Nairo Quintana, máximo favorito a la victoria final de la carrera. 

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