Cavendish toma Carcassone e iguala a Merckx





Mark Cavendish ha logrado hoy su trigésimo cuarta victoria de etapa en el Tour de Francia, lo que le permite igualar a Eddy Merckx. Es un hito indudable en la historia de este deporte y de esta carrera, la más importante del mundo. El corredor británico, que tenía pensado retirarse la temporada pasada y que sólo al final, tras lograr él mismo un patrocinador para permitir su regreso al Deceuninck-Quick Step, pudo prolongar su carrera deportiva. A sus 36 años, Cavendish ha hecho historia de este deporte. 


Claro que Merckx es inalcanzable. Es el mejor ciclista de todos los tiempos. Por supuesto que los triunfos de etapa del caníbal tenían una dificultad mayor. Pero los datos son los que son. Hay una cierta incomodidad entre algunos aficionados ante este récord que Cavendish ha igualado hoy con el ciclista belga. Porque Merckx es intocable, porque hay una cierta tendencia a hacer de menos a los velocistas. Por lo que sea. Pero nadie está diciendo que, de forma global, Cavendish iguale a Merckx. Nadie lo ha igualado ni creo que lo iguale jamás. Pero precisamente por esa grandeza del corredor belga, que alguien iguale sus registros en algo, lo que sea, tiene un mérito descomunal. Cavendish ha afirmado constantemente que no pensaba en el récord, pero evidentemente no era cierto del todo. Hoy le ha dicho a Morkov, su lanzador: “hemos hecho historia”. Y es verdad. Gracias a su treno y a su punta de velocidad, el ciclista de la Isla de Man ha pasado a la historia del Tour. 


Las entrevistas en meta de Cavendish son siempre un espectáculo, porque es un ciclista muy expresivo, que explica cada movimiento y cada momento clave de la etapa con todo lujo de detalles. No es que hoy no haya podido hablar, pero le costaban encontrar las palabras, tardó en arrancar. Estaba demasiado emocionado y cansado. Luego enseguida volvió a su estado natural, verborreico, haciendo gestos todo el rato, pero era evidente que no era un día más para él. Reconoció que no era consciente de haber alcanzado el récord de las 34 victorias en el Tour, que no se lo terminaba de creer. Contó que desde niño soñaba con ganar una sola etapa de esta carrera. Se ha llevado ya 34, las mismas que Merckx. 


Antes del recital de Cavendish, parecía que íbamos a vivir un día anodino, el primero de este Tour, en realidad, pero no ha sido así en absoluto. A diferencia del día anterior, hoy, tras una batalla inicial importante, se formó una escapada de sólo tres ciclistas, lo que reducía mucho sus posibilidades de triunfar. Se marcharon por delante  Omer Goldstein, Sean Bennett y Pierre Latour.  Pero a algo más de 65 kilómetros, ya con los escapados a menos de dos minutos, la tensión llegó al pelotón con una sucesión de ataques, encabezada por un demarraje de Philipe Gilbert que animó la carrera. Desgraciadamente, a falta a 62 de meta se registró una caída con numerosos afectados. Los ciclistas cayeron entre los arbustos, en pendiente. Simon Yates, Lucas Hamilton, Soren Kragh Andersen o Tim Declerq estuvieron entre los afectados. Los dos primeros, ambos del Bike Exchange, tuvieron que abandonar. Dos retiradas en un día par el mismo equipo. Día triste para ellos. 


El Deceuninck-Quick Step de Cavendish tomó el mando de la carrera, con Alaphilippe al frente. Tener a un campeón del mundo como gregario no está al alcance de cualquiera. Cavendish ha estado arropado de forma excepcional por sus compañeros de equipo. A 45 kilómetros saltó Quentin Pacher y después saltó en su persecución Jan Bakelants, pero el pelotón echó abajo sus intentos. El propio Cavendish sufrió un pinchazo a falta de 36 kilómetros, pero se reintegró en el grupo. En meta también ha declarado que está agotado, extenuado, y ahora llegan los Pirineos, donde puede volver a pasarlo muy mal para salvar el fuera de control, algo que necesita hacer para superar a Merckx en el número de triunfos en el Tour y hacer aún más historia. 


Por cierto, Iván García Cortina ha sido cuarto y Alex Aranburu, sexto. 




Mañana, turno para la montaña, con una jornada exigente de 183,7 kilómetros y cinco puertos, aperitivo de la jornada de Andorra del domingo. 

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