Dicho y hecho. Tras ganar la contrarreloj de ayer, Wout Van Aert anunció que hoy iba a disputar el sprint final en los Campos Elíseos de París. Así ha sido. El corredor belga del Jumbo-Visma ha evitado que Mark Cavendish supere a su compatriota Eddy Merckx como el ciclista con más triunfos de etapa en el Tour de Francia y, sobre todo, ha conseguido algo que no está al alcance de muchos ciclistas, diría que de ninguno, de hecho: ganar una etapa de montaña, una contrarreloj y un sprint masivo en la Grande Boucle. Tampoco está al alcance de nadie más que él lo que ha hecho Tadej Pogacar, que a sus 22 años se ha convertido en el ciclista más joven en ganar dos Tour de Francia.
Cada cual tiene sus gustos y su opinión, por supuesto, pero me cuesta entender a quienes afirman que este Tour de Francia ha sido aburrido. Es cierto que la general quedó sentenciada por Pogacar en la etapa 8, pero a la carrera no le han faltado alicientes en sus dos semanas finales. Uno de ellos, precisamente, ha sido el reto colosal de Mark Cavendish, que hoy tenía en su mano superar a Merckx en el número de triunfos de etapa en la carrera francesa. No lo ha logrado y queda en un empate, aunque sin duda el ciclista británico tiene motivos de sobra para festejar hoy en París, porque lo que ha hecho es una auténtica gesta. Además de sus cuatro etapas, se llega el maillot verde de líder de la regularidad.
Cavendish ha contado en todos los sprints con el apoyo de Morkov, un lanzador excelente, pero en la volata final de París ha perdido su rueda, lo que le ha restado opciones de triunfo. Eso y, claro, que ha tenido enfrente a Wout Van Aert. No se recuerda un caso igual desde Hinault. El corredor belga ganó en el Mont Ventoux, cima legendaria reservada para grandes escaladores; venció ayer en la contrarreloj del penúltimo día de carrera y hoy ha ganado al sprint en París. Es impresionante lo que ha logrado el ciclista belga, que además no ha dejado de trabajar para sus líderes, sobre todo, Jonas Vingegaard, segundo en la general final y una de las sensaciones de esta carrera. Van Aert, el corredor más completo y polivalente del pelotón internacional, con mucha diferencia sobre el resto, volará esta misma noche de París a Tokio para buscar más gloria, esta vez, en los Juegos Olímpicos. De otro planeta.
Como manda la tradición, el equipo del ganador, el UAE, ha entrado en cabeza del pelotón en el primer paso por la línea de meta. París, siempre insultantemente bella, luce de un modo especial el último día del Tour. Hoy ha recibido a Tadej Pogacar, que reina en la carrera francesa por segundo año consecutivo. Mañana resumiremos el Tour con más detalle, pero poco más podemos contar sobre Pogacar. Ha sido el más fuerte, ha mostrado una ambición admirable y asusta preguntarse hasta dónde puede llegar con su talento, teniendo en cuenta su edad. Hoy sube tres veces al podio de los Campos Elíseos, como ganador de la carrera, mejor joven y líder de la clasificación de la montaña. Imperial. En el podio le acompañaron Vingegaard y un gran Richard Carapaz, quien consigue sumar podio en las tres grandes vueltas.
También han tenido el privilegio de subir al podio de París los ciclistas del Bahrein-Merida, que se lleva la clasificación por equipos, y Franck Bonnamour, vencedor de la combatividad, quien hoy mismo ha lanzado un ataque, aunque no triunfó, como tampoco lo hicieron las otras fugas de hoy, primero, Bissegger, Sweeny, Pedersen y Konrad, y después Schelling, Van Moer y Valgren.
El ciclismo español termina el Tour sin ningún triunfo de etapa (y con tres segundos puestos). Enric Mas concluye sexto en la general, un puesto por detrás del que logró el año pasado, lo que le lleva a hacer un balance negativo de su participación en la carrera, mientras que Peio Bilbao termina noveno.
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