Etapa de transición de manual, pero con un desenlace emocionante y emotivo. Desde El Burgo de Osma hasta Molina de Aragón, la cuarta etapa de la Vuelta ha sido uno esos días predestinados al sprint y sin relevancia para la general. Antiguamente, hace no tanto, la primera semana de las grandes vueltas estaba repleta de días así. Hoy, afortunadamente, hay muchas menos, especialmente en la Vuelta, aunque este año, para atraer a los ciclistas que acudieron a los Juegos y mantener un in crescendo constante, la primera semana está siendo algo más calmada. El viento, que podría haber causado abanicos, no apareció, o no al menos con la intensidad necesaria para provocar esos cortes espectaculares, cuando los ciclistas meten cuneta y dejan a sus rivales a la merced del viento. Sin abanicos ni sorpresas de ninguna clase, el día ha dejado la clásica escapada de salida y la esperable volata.
A falta de dos kilómetros para la meta, por lo que los tiempos estaban ya neutralizados ante posibles montoneras, se fue al suelo el líder, Rein Taaramäe. Fue un susto, pero sin consecuencias serias, al menos, en apariencia. Al haber sido la caída tan cerca de meta, dentro de los tres kilómetros finales, no afecta a la clasificación general, que seguirá liderando un día más el ciclista estonio.
Dos ciclistas del Burgos-BH (Ángel Madrazo y Carlos Cabal, de 20 años) y uno del Euskaltel (Joan Bou) formaron la fuga del día, dando presencia a sus equipos. El pelotón dejó hacer, pero siempre con un orden, sin que la diferencia se disparara en ningún momento. A 13,7 kilómetros fueron neutralizados y, a partir de entonces, la tensión se extendió en el pelotón, con los equipos de los velocistas peleando para situar bien a los hombres rápidos y los conjuntos de los favoritos haciendo lo propio, para evitar sustos.
La victoria, tras un descomunal sprint, ha sido para Fabio Jakobsen, quien el año pasado sufrió una caída espantosa en el Tour de Polonia, con muchas lesiones en la cara. Tras una larga rehabilitación y varias operaciones, el corredor neerlandés de 24 años volvió a la competición y ganó dos etapas en el Tour de Valonia. Ahora suma otro triunfo más, su tercera etapa en la Vuelta, tras las dos conseguidas en 2019. Es un triunfo especial, “un sueño”, ha dicho Jakobsen en meta. Se llegó a tener por su vida tras aquel accidente en Polonia. Después se dudó mucho que pudiera volver a correr. Hoy ha alzado los brazos victorioso en la Vuelta una vez más. Un triunfo que celebramos todos los aficionados al ciclismo. Primera victoria en esta edición de la Vuelta para el Deceuninck-Quick Step, esa máquina de lograr triunfos.
Mañana, quinta etapa, entre Tarancón y Albacete. Otro día con previsible desenlace en una llegada masiva, si el viento no lo impide, antes de que el jueves se termine en el Alto de Cullera, donde ya sí cambiará el escenario.
Más allá de la Vuelta, la noticia del día en el mundo del ciclismo, desgraciadamente, ha sido la retirada de Juan Ayuso del Tour del Porvenir, por culpa de una caída. El ciclista español, que viene de ganar el Giro sub23 con 18 años y acaba de debutar como profesional en el UAE, no ha podido continuar en la carrera. Una lástima, ya que era el gran favorito a la victoria final. Ahora hay que esperar que se recupere pronto. Carlos Rodríguez se queda como el jefe de filas de la selección española.
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