Roglic deja a Aranburu sin la roja por seis segundos


La Vuelta ha tenido salidas realmente asombrosas estos últimos años. La organización se ha esmerado en buscar estampas imponentes en el comienza de casa edición. Difícil será superar lo de este año, con la salida desde la puerta de la catedral de Burgos, como conmemoración del octavo centenario del inicio de la construcción del templo. Es el enésimo recordatorio de que una carrera ciclista es mucho más que sólo deporte. Sin duda, hay espacio también para hacer promoción turística, marca España, y para mostrar lo mejor de la cultura del país que se recorrerá en bicicleta las tres próximas semanas. La imagen de los corredores tomando la salida en la contrarreloj de hoy, de siete kilómetros, desde un lugar tan privilegido pasa ya a la memoria de la Vuelta. 



En lo estrictamente deportivo, viendo salir uno a uno a los corredores, esta etapa contrarreloj inicial de la carrera disputada ayer en las calles de Burgos sirvió para reafirmarnos en el soberbio nivel de la participación de la prueba este año. Hay muchos ciclistas de gran talento, llamados a ser protagonistas estas tres próximas semanas. De momento, eso sí, uno de ellos manda ya por encima del resto: Primoz Roglic. Igual que hizo el año pasado, cuando terminó llevándose el triunfo final en la general, el esloveno del Jumbo-Visma ganó la primera etapa de la carrera y lanzó un mensaje claro a sus rivales. Aquí manda él, el vencedor de la ronda española los dos últimos años, el ciclista que viene crecido tras proclamarse campeón olímpico contrarreloj en Tokio, el que busca, un año más, resarcirse de lo ocurrido en el Tour, esta vez, una maldita caída que lo dejó fuera de la carrera francesa demasiado pronto. 


El triunfo de Roglic llegó ante Alex Aranburu, quien salió en la primera parte de la crono y vio, uno a uno, cómo ningún ciclista lograba mejorar su tiempo en meta. La crono fue muy técnica, sobre todo en el tramo posterior a la ascensión al Alto del Castillo, y el corredor español del Astana lo bordó. Nadie pudo sacarlo de la silla caliente donde espera el ciclista que ha marcado el mejor tiempo provisional... Nadie hasta él último que tomó la salida y entró en meta, Primoz Roglic. Imbatible. Por seis segundos se quedó Aranburu, quien no para de crecer como ciclista, del maillot rojo de líder de la carrera. Su contrarreloj de ayer, en cualquier caso, fue excepcional. 


El recorrido, de apenas siete kilómetros, no se prestaba a grandes diferentes y, en efecto, no las hubo, salvo alguna excepción, como Mikel Landa, quien se dejó demasiado tiempo, 39 segundos, con el esloveno. Roglic aventajó en 14 segundos a Alekxandr Vlasov, en 18 segundos a Enric Mas, en 20 segundos a Adam Yates, en 21 segundos a Miguel Ángel López, en 25 segundos a Richard Carapaz, en 27 segundos a Alejandro Valverde y a Egan Bernal, y en 33 segundos a Hugh Carthy. Diferencias, en cualquier caso, menores, con toda la Vuelta por delante. 




Hoy toca la primera etapa en línea de esta Vuelta, también por tierras burgalesas, con previsible final al sprint, en el que ver a Jakobsen, Démare y compañía




Antes del comienzo de la Vuelta, los muy cafeteros tuvimos una doble cita con el ciclismo en los países nórdicos. De un lado, la última etapa de la Vuelta a Dinamarca masculina, en la que Remco Evenepoel marcó el mejor tiempo, de forma que suma dos triunfos a la vez: la etapa y la general final de la prueba. Del otro, la jornada decisiva de la Vuelta a Noruega, con final en alto, en la que Annemiek Van Vleuten ha vuelto a demostrar, tras su excelso rendimiento en los Juegos Olímpicos y su victoria en la Clásica de San Sebastián, que hoy por hoy es casi imbatible. Ha ganado en solitario y se ha situado al frente de la general de la carrera.

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