Roglic vence ante un aguerrido Enric Mas




Enric Mas puede ganar la Vuelta a España. El ciclista del Movistar está haciendo una carrera soberbia, plantando cara con atrevimiento a Primoz Roglic. El corredor esloveno sigue siendo el patrón de la prueba, pero Mas está demostrando día tras día que se encuentra en un estado de forma excepcional y que no dejará de pelear por el triunfo final en esta Vuelta hasta el final. El desenlace de la etapa de hoy, la undécima ya, en Valdepeñas de Jaén, ese muro que se ha vuelto ya imprescindible en la ronda española, era perfecta para Roglic, quizá el mejor ciclista del mundo en finales explosivos como éste. El Jumbo-Visma trabajó por ello para mantener controlada la escapada y lograr el triunfo de etapa, con la consiguiente bonificación, algo que finalmente Roglic ha conseguido ante Mas, al que ha sacado otro siete segundos, por la bonificación y los tres segundos que le ha picado en el sprint final. 


Ha sido, pues, un día perfecto para Roglic, pero el hecho de que Mas le haya tuteado en su terreno, en el escenario más propicio para el corredor esloveno, es una noticia sensacional para el ciclista del Movistar. Porque demuestra, además de un gran estado de forma, mucha valentía y un espíritu combativo que promete un gran espectáculo en lo que queda de Vuelta. El gesto de Roglic reconociéndole a Mas su esfuerzo hoy, lo muy al límite que lo ha llevado hasta el final, es revelador. Roglic tiene en sus piernas conquistar su tercera Vuelta consecutiva. De hecho, lo más probable es que lo logre, pero para ello tendrá que superar a un Mas que no se lo pondrá fácil. Se me ve confiado, seguro de sí mismo y con piernas. Además, la segunda baza del Movistar, Miguel Ángel López, se mantiene en muy buena forma, por lo que el equipo telefónico podrá jugar con esas dos opciones para intentar debilitar al líder real, digamos, porque el líder oficial de la carrera, quien porta el maillot rojo y sigue al frente de la general, continúa siendo un día más Eiking. Él y Martin, que sigue segundo en la general, se vigilaron en la parte final de la etapa. Ambos estuvieron un punto por debajo de los hombres fuertes de la carrera en el desenlace de la carrera.  


El día empezó con la noticia del abandono de la carrera de dos ilustres; Jasper Philipsen, ganador de dos etapas en esta Vuelta, por fiebre, y Alex Aranburu, por culpa de la caída que sufrió el día anterior. Dos pérdidas importantes para la carrera. La escapada de la jornada la formaron Jonathan Lastra (Caja Rural-Seguros RGA), Joan Bou (Euskaltel-Euskadi), Magnus Cort Nielsen (EF Education-Nippo), Harm Vanhoucke (Lotto Soudal) y Edward Planckaert (Alpecin-Fenix). El que más aguantó al frente fue Magnus Cort, que llegó a soñar con ganar otra etapa, igual que en el Alta de Cullera, aunque esta vez no resistió al frente de la carrera. 



El Jumbo-Visma de Roglic y el BikeExchange de Matthews tiraron del grupo durante buena parte de la etapa. A 17 kilómetros de meta se puso al frente del grupo el Movistar, dejando claras sus intenciones. Hubo pocos ataques en el puerto de segunda previo al final en Valdepeñas de Jaén, apenas el de David De la Cruz, que fue cazado con rapidez. Kuss comenzó tirando con fuerza de Roglic en la parte inicial del muro en el que se ha resuelto la etapa, hasta que llegaron los ataques, casi en paralelo, de Mas y Roglic, un duelo precioso en el que se ha impuesto el esloveno y que anticipa la gran batalla que está por llegar en la segunda mitad de esta Vuelta. 




Mas, que es cuarto en la general a 35 segundos de Roglic, ha declarado en meta que está en el menor momento de su carrera y eso parece. Ya fue segundo en la Vuelta hace tres años, es cierto, pero nunca se le ha visto tan sólido, plantando cara de esta forma a Roglic. Por cierto, una vez más, el esloveno se levanta siempre tras sus caídas, en sentido literal y figurado. La victoria de hoy llega tras su caída de ayer. Poco ha tardado en resarcirse. Es un luchador, alguien extraordinariamente difícil de ganar. Pero Mas lo intentará, eso está claro. Lo hará con un estado de forma soberbio. Queda Vuelta, y vaya Vuelta. 




Mañana, final en Córdoba, de nuevo, tras subir un puerto de segunda categoría. Que siga la fiesta. 

Comentarios