Baroncini, campeón del mundo sub23




Doble y muy apetitosa ración de ciclismo en el Mundial de ciclismo de Flandes. Tras la jornada de ayer, en la que no hubo competición, hoy se han disputado las pruebas en ruta masculina de la categoría junior y sub23. Esta última comparte recorrido con las pruebas élite que se correrán este fin de semana. 


En la carrera sub23 hubo tanto nerviosismo en la salida que se produjeron varias caídas que obligaron a neutralizar la carrera más de lo previsto, incluso a detenerla por completo durante unos minutos. La primera escapada la formaron el estonio Karpenko, el neozelandés Currie y el irlandés Ward. Quedó solo por delante el irlandés y saltó a por él a 60 kilómetros del final el francés Page. El pelotón se agrupó a falta de 55 kilómetros para la meta, cuando empezó una nueva carrera. Hubo muchos ataques hasta que se formó un grupo con el italiano Colnaghi, el neerlandés Hoole, el noruego Johannessen, el checo Kopecky, el australiano Drizners, el suizo Schmid, el estadounidense Vermaecke, el neozelandés Fisher-Black y el portugués Costa. El francés Vauquelin y el kazajo Federov persiguieron a los fugados, mientras que el español Azparren saltó en solitario poco después a por ellos, aunque sin éxito. 


Schmid, que ganó la etapa del sterrato en el Giro de Italia, atacó en solitario justo cuando terminaba la penúltima vuelta al circuito. Países Bajos se puso al frente del pelotón y asumió toda la responsabilidad de la caza. Para entonces ya estaba claro que no sería el día de la selección española, ya que Juan Ayuso no pudo estar en la lucha por la victoria final. En el penúltimo repecho el luxemburgués Kluckers alcanzó al suizo, antes de que ambos fuerzan superados por el italiano Baroncini, que se fue en solitario hacia adelante.


Fue un demarraje valiente. El ciclista italiano del Trek no miro atrás y logró llegar en solitario a la meta, con tiempo de sobra para celebrar su maillot arcoíris como campeón del mundo sub23, después de la plata que se llevó en el Europeo en ruta. El eritreo Girmay terminó segundo, tras ganar el sprint del grupo, mientras que la medalla de bronce se la llevó el neerlandés Kooij





Antes que la prueba sub23 se disputó la carrera junior, que fue frenética, de una enorme intensidad. Un auténtico festival. Abrieron el baile el checo Kadlec, el alemán Luthers y el británico Tarling, que formaron la primera escapada del día. Se sucedieron los ataques por detrás. El suizo Christen saltó a por ellos, aunque terminó siendo cazado por el pelotón a falta de 66 kilómetros para el final. 


El ritmo en el grupo era muy duro, lo que provocó que se sucedieran los abandonos. Francia se puso a tirar con fuerza del grupo. El alemán Schrag y el italiano Belletta se fueron por delante a falta de 25 kilómetros del final. Les persiguieron el francés Le Huitouze y el británico Pickering. Los dos lograron llegar a su altura, igual que el también francés Gautherat, y formaron un quinteto de cabeza. 


A 15 kilómetros de meta, justo cuando empezaba la última vuelta al circuito, tenían apenas cinco segundos de ventaja. Los alcanzó el danés Salby. El español Iván Romeo aguantó en el pelotón, pero no en el corte. El noruego Hagenes y el francés Gregoire también entraron en el grupo delantero poco después. Se formó un grupo de ocho ciclistas por delante, mientras Bélgica, no presente en cabeza y con la presión de correr en casa, se puso a tirar del pelotón. 


El noruego Hagenes se escapó en solitario, con una apuesta valiente. Gregoire saltó a por él, intentando culminar con el maillot arcoíris la brillante carrera de la selección francesa, pero no pudo darle caza. Se llevó la plata. La medalla de bronce se decidió al sprint del grupo perseguidor, en el que se impuso el estonio Madis Mihkels. Iván Romeo acabó en el puesto 20.

Comentarios