Champoussin sorprende, Haig asalta el podio y López se desquicia




¡Qué etapón! ¿Por dónde empezar? El ciclismo es un deporte de equipo y pocos equipos han sido más valientes y voluntariosos que el Bahrein-Victorious en esta Vuelta. Hasta hoy, sin recompensa. Ha sido un equipo osado, que nunca se ha escondido y que ha animado la carrera en las principales etapas de montaña, trabajando para las opciones en la general de Jack Haig, aunque hasta ahora ese trabajo no había obtenido premio. No se ha rendido el equipo y hoy sí han sacado un gran partido de su valentía. Hoy, en esta clásica maravillosa por tierras gallegas diseñada por Óscar Pereiro, en este festival de ciclismo, en este día que nos recuerda por qué veneramos este deporte, es cuando Haig ha asaltado el podio, aunque no puede todavía cantar victoria, ya que el componente de otro equipo valiente que ha agitado la carrera hoy, Adam Yates, del Ineos, lo acecha a un minuto ante la contrarreloj de mañana en Santiago. Todo ello, además, en el día en el que Clément Champoussin ha logrado una sensacional victoria parcial. 


Por partes. Hoy, dado que Roglic ha demostrado ser un sólido líder e intocable, lo único que podía esperarse en lo relativo a la general era ver batalla por el podio. El Movistar, que tenía a dos ciclistas en el podio, Enric Mas y Miguel Ángel López, tenía una única misión: vigila a sus más inmediatos perseguidores en la general. No lo ha conseguido en un día duro, durísimo, para el equipo telefónico, que ha concluido con la retirada de López. Material para la tercera temporada de El día menos pensado, el documental sobre la temporada del Movistar que emite Netflix, habrá de sobra hoy, pero la imagen no puede ser más lamentable, todo lo contrario que puede decirse del Bahrein-Victorious y del Ineos, grandes animadores de la etapa de hoy. 


No siempre la clasificación por equipos señala necesariamente a la mejor escuadra en una gran vuelta, pero en este caso, sin duda, servirá para remarcar la soberbia carrera que ha hecho el Bahrein, y eso que su teórico líder en la salida, Mikel Landa, mostró muy pronto que no llegaba en condiciones de disputar la general. Ha sido una Vuelta excepcional, que ha redondeado hoy con un valiente movimiento que ha pillado desprevenido a López. La escapada del día la formaron Chanpoussin, Bardet, Navarro, Hirt, Calmejane, Gibbons, Herrada, Storer, BiKarra, De Tier, Schultz, Padun, Hamilton, Dewulf, Trentin y Moniquet. Una fuga numerosa y de caídas, a la que el pelotón dejó hacer, con el Jumbo-Visma marcando un ritmo pausado, hasta que el Ineos se puso al frente del grupo. La diferencia empezó a caer en picado.


Impecable la decisión del equipo británico. Ni Yates ni Bernal han llegado a la Vuelta en su mejor condición, pero al menos lo han probado.  Internas el Ineos preparaba su ataque por detrás, por delante abrieron hueco Trentin, Gibbons, Calmejane, Bardet y Padun, que afrontaron en cabeza la subida al Alto de Mougás, de primera categoría, y unos kilómetros después llegó a su altura Champoussin, el ganador final de la etapa, con 23 añitos. En ese puerto aceleró Yates y sufrió su compañero Bernal. Fue pasajero y poco después atacó el colombiano, quien demostró tener más corazón que piernas, más pundonor de campeón qué fuerzas. Cuando fue alcanzado, se movió otra vez Yates. De manual la estrategia del Ineos. Muy de agradecer. Lo dicho, el ciclismo es un deporte de equipo. Mäder, Haig, Mas, Yates y Roglic se fueron hacia adelante, lo que puso en aprietos a López


El Bahrein-Victorious ha sido un equipo valiente durante toda la Vuelta y hoy no ha sido una excepción. Lógicamente, el equipo de Haig mandó parar a Padun, que venía en la escapada, y colaboró también con Mäder, que también se metía en el top 5, para que Haig adelantara al ciclista colombiano el Movistar Ha sido una jugada maestra del Bahrein. Jaque mate. La diferencia con un López visiblemente desquiciado no hacía más que crecer. Y entonces. López se bajó de la bici. No lo vimos por televisión, porque todas las cámaras estaban en los grupos delanteros, pero lo contó Juan Carlos García, de TVE, en directo. El equipo intentó convencerlo para que siguiera en carrera pero él se negó. Lo probó Patxi Vila, director del equipo, y también se detuvo su compañero Erviti para intentar que el colombiano cambiara de opinión. Tras una acalorada discusión, el colombiano decidió abandonar la carrera. Fue una reacción humana, pero muy poco profesional, una falta de respeto a la carrera, a los aficionados y, claro, a sus compañeros en el Movistar. El ciclismo, sí, es un deporte de equipo, y hoy López no ha sido justo con nadie, mucho menos con su equipo. 


Por unas razones o por otras, al Movistar siempre le sucede algo inesperado en las carreras. El equipo telefónico lleva allá envuelto en polémicas. Hoy a Miguel Ángel López se le ha cruzado un cable al ver que perdía más de cuatro minutos con Haig y que se le escapaba el podio. En lugar de asumir la situación y de aceptar la derrota, algo que puede ocurrir en el deporte, decidió abandonar, a pesar de la insistencia de su equipo pidiéndole que continuara. No se puede juzgar la situación desde fuera ni, desde luego, podemos opinar sobre cuestiones psicológicas. Recordemos la reacción generalizada de apoyo a Simone Biles tras su retirada en los Juegos, también por razones de salud mental. Da la sensación de que el colombiano no ha sabido gestionar esta situación de estrés, esta derrota, y ha reaccionado del peor modo posible. Hace una semana, el colombiano renovó con el Movistar. Hace dos días ganó la etapa del Gamoniteiru. Hoy ha echado por tierra muchas cosas. Una pena. El equipo y el ciclista se explicarán. Es evidente que hoy los ciclistas que marchaban por detrás de López iban a intentar asaltar el podio y que él, por el hecho de ser tercero y porque es al que peor le viene la contrarreloj de mañana, sería el objetivo claro de sus rivales. López no supo o no pudo seguir a Haig, Mäder, Yates y Mas en el momento clave de la carrera y luego se cortocircuitó. Insisto, incomprensible, pero claramente algo psicológico.  


Aún con el shock por el abandono de López, la emoción no se redujo. Estaba pendiente la lucha por la victoria de etapa. Lo probó Bizkarra, que había sido cazado por el grupo del líder, cuando la diferencia de Gibbons, quien marchaba en cabeza, era ya de menos de un minuto. Yates atacó a algo más de seis kilómetros y respondieron a su demarraje Roglic, Haig y Mas. Bizkarra llegó por detrás y volvió a demarrar. A 2,4 atacó por tercera vez Bizkarra. Champoussin se aprovechó de la vigilancia entre los favoritos y se lanzó hacia adelante, perseguido por Bizkarra (¡cuarto ataque!). Finalmente la etapa se la llevó el francés del Ag2r Citroën, que supo sacar ventaja de ese parón entre los favoritos. Una etapa más que merecida, porque venía de la fuga, porque ha sido una de las etapas más bellas y duras de los últimos años en la Vuelta, y porque ha demostrado gran astucia y olfato. Es su tercera victoria como profesional, pero sin duda la más importante. 




Y mañana, contrarreloj de 33,8 kilómetros con final en Santiago de Compostela. Roglic, que ha sido hoy segundo en la etapa y ha arañado todavía unos segundos más, llega con 2:38 de ventaja sobre Mas, tiempo más que de sobra incluso por si hubiera algún contratiempo para el esloveno. Es una distancia tan grande que no hay fantasmas posibles de la cronoescalada de La Planche des Belles Filles en la que el penúltimo día Roglic perdió el Tour ante Pogacar. Haig, que pasa a ser tercero, tiene un minuto de ventaja sobre Yates. En principio, es tiempo suficiente, pero tendrá que luchar el australiano para mantener esa posición de privilegio. 






El día ha sido más bien malo para el Movistar en la Vuelta, pero ha sido extraordinario para el conjunto masculino en la Ceratizit Challenge. Ayer, tras ganar la cronoescalada, Annemiek Van Vleuten prometió que hoy atacaría, que la etapa sería animada porque era su última oportunidad para asaltar la general. Dicho y hecho. La corredora neerlandesa del Movistar ha protagonizado una de sus célebres exhibiciones. Brutal. Atacó a más de 50 kilómetros del final y se fue en solitario hacia la victoria.  


El triunfo de etapa estaba claro, pero es que además asaltó el maillot rojo de líder. Nada pudo hacer la suiza Marlen Reusser para mantener su primer puesto en la general. Ni ella ni el resto de perseguidoras pudieron recortar distancias con Van Vleuten, que se impuso en meta con dos minutos y 48 segundos de ventaja sobre Liane Lipper, segunda. 


Van Vleuten apenas celebró la victoria al entrar en meta, lo hizo muy tímidamente. Parecía querer esperar para celebrar de verdad a confirmar la distancia obtenida y que se había puesto líder de la Challenge. Vaya sí lo logro. Antes de la etapa de mañana, que no debería dejar ningún cambio en la general, Van Vleuten es líder con 1:34 sobre Reusser y 3:20 sobre Elise Chabbey. La primera española de la general es Ane Santesteban, decimoséptima. 

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