Colbrelli, campeón de Europa ante Evenepoel




Otro gran día de ciclismo moderno. Algunos se quedan sólo con el conservadurismo en las grandes vueltas o con la parte que menos les gusta de este deporte en la actualidad, diciendo de forma despectiva que no les gusta el ciclismo moderno, pero la realidad es que el ciclismo moderno es el de ciclistas como Evenepoel, Pogacar y compañía. Es decir, una auténtica fiesta. El campeonato de Europa disputado hoy en Trento ha sido una de las mejores carreras de la temporada, una prueba soberbia en la que no sólo hubo emoción en las ocho vueltas finales al circuito, sino también en la parte inicial de la prueba, en la que hubo batalla prácticamente desde la salida. 


Ha sido la quinta edición de esta carrera, que es muy joven y nació casi de puntillas, y es la cuarta vez que Italia logra la victoria, tras el triunfo de Peter Sagan en su primer año. La sección italiana, pues, era favorita, y más corriendo en casa, pero la victoria final de Sonny Colbrelli ha sido cualquier cosa menos sencilla. Puro espectáculo, pura emoción, leña desde el comienzo hasta el final. El desenlace ha sido un duelo entre Colbrelli y el chico maravilla, Remco Evenepoel, quien hoy ha tenido un rendimiento soberbio, pero que también ha demostrado que, a pesar de lo que dice su clase y el palmarés que va construyendo, es insultantemente joven. En la vuelta final intentó dejar atrás a Colbrelli una y otra vez, pero cuando vio que el transalpino no se soltaba de su rueda, el corredor belga se desesperó y le pidió con gestos claros que le diera relevos. Fue un poco rabieta, propia de la desesperación de no haber podido descolgar a su compañero de fuga, que tiene más punta de velocidad que él. Tras entrar en meta, Evenepoel le hizo un gesto feo al ganador. Lo dicho, en algo se nota a veces la edad del belga. 


Así terminó una carrera soberbia, que se disputó, por cierto, a la vez que Wout Van Aert ganaba la última etapa de la Vuelta a Gran Bretaña y se llevaba también la general. Otro protagonista de este ciclismo moderno tan impresionante. La carrera, que se ha podido seguir íntegra por Eurosport, empezó con una escapada formada por el español Antonio Jesus Soto, el belga Harm Vanhoucke y los franceses Franck Bonnamour, Aurélien Paret-Peintre. Las selecciones de España y Francia fueron las grandes animadoras de la prueba, la que la endurecieron en la parte inicial y a las que se debe en gran medida la dureza salvaje de la carrera. Francia se lleva el premio de la medalla de bronce de Benoît Cosnefroy, pero España, después de ser muy valiente y destrozar la prueba, no pudo estar adelante en la parte decisiva. Cuando alguien da todo lo que tiene, no se me puede pedir más y hoy ha dado la sensación de que la selección española ha hecho todo lo que ha podido. 


A 147 kilómetros del final saltó desde el pelotón Roger Adriá, lo que desencadenó una nueva ronda de ataques. Tras él saltó también Thibaut Pinot. España fue a la ofensiva casi en bloque. Se colaron por delante Gorka Izagirre, Landa, David De la Cruz y Soto, ya que Adriá se dejó caer, mientras que De la Cruz, Ion Izagirre, Imanol Erviti e Iván García Cortina se quedaron en el grupo principal. Fue una decisión valiente, aunque no obtuviera finalmente grandes resultados. Se unieron a la fuga Reinchenbach, Rapp y Grobschartner.  La responsabilidad en el grupo quedó sólo para Italia, que lanzó hacia adelante a Bagioli, lo que obligó a trabajar a Bélgica y a Portugal. 


Los fugados no llegaron a abrir mucho hueco y a 116 kilómetros atacó Bardet y le siguió Evenepoel. Tras frustrarse ese movimiento quien atacó fue Barguil. Francia, revolucionada, constantemente al ataque. Neutralizada la escapada, y cuando el grupo delantero era ya una selección muy reducida, se fueron por delante Nelson Oliveira, Ulissi, Dewulf y Campenaerts. Poco después saltaron Campenaerts, Hoelgaard, Padun, Cosnefroy, Colbrelli, Pogacar, Trentin, Sivakov, Hermans, Hirschi y Evenepoel. Para entonces la carrera era ya un festival, una sucesión permanente de ataques en la que era imposible llevar la cuenta de los demarrajes que habíamos presenciado. A 61 kilómetros atacó otra vez Bardet, quien se dedicó a perseguir a la cabeza de carrera junto a Almeida y Mollema


En la penúltima vuelta al circuito, a 22 kilómetros del final, aceleró Evenepoel y sólo siguieron Cosnefroy y Colbrelli. El podio parecía decidido, pero en la vuelta final el ciclista francés no pudo definir el ritmo de sus dos compañeros y se fueron por delante Colbrelli y Evenepoel. El resto, cómo contagiáis arriba, es historia, y Colbrelli sumó un nuevo título de Europa para su país. Cosnefroy llegó a meta extenuado, pero logró salvar la medalla de bronce




La excepcional carrera de hoy llega después de las pruebas en ruta masculina sub23 y femenina, que no pudimos comentar. En la primera de ellas Juan Ayuso se llevó la medalla de bronce, al terminar tercero por detrás del belga Thibau Nys y del italiano Filippo Baroncini. 




En la prueba femenina élite, la neerlandesa Ellen Van Dijk dio un recital y venció en solitario tras una escapa lejana. Aventajó en 1:18 al grupo perseguidor, al que dio tiempo la alemana Liane Lippert, plata. La lituana Rasa Leleivyte se llevó el bronce. 

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