Así será el Giro de Italia 2022

Suele ser habitual que los organizadores de las grandes vueltas filtren algunas de sus etapas antes de presentar el recorrido conjunto de la prueba. Este año el Giro de Italia ha innovado y ha presentado las 21 etapas de la prueba por parte. Primero, las jornadas iniciales en Hungría; después, las etapas para los velocistas; más adelante, las jornadas de media montaña, y finalmente, las etapas más esperadas, las de la alta montaña, y la jornada final, una contrarreloj de 17,1 kilómetros en Verona

Ha sido un poco lío a la hora de seguir las noticias del recorrido, la verdad, pero es un acierto, porque ha logrado ser noticia varios días seguidos y porque lo han organizado muy bien, con declaraciones de corredores punteros en las distintas especialidades para contar su visión de esas etapas en las que, en teoría, están llamados a ser protagonista.

El Giro echará a rodar el viernes 6 de mayo desde Budapest. Será una etapa llana, previa a una contrarreloj individual de 9,2 kilómetros al día siguiente, también en Budapest. El Giro seguirá por tierras húngaras en la tercera etapa, destinada a los velocistas. El lunes 9 se vivirá una jornada de traslado, antes de que el martes 10 el Giro entre en Italia con una jornada catalogada de cuatro estrellas, con final en el Etna. Las dos siguientes etapas, la quinta y la sexta, en principio, estarán protagonizadas por los hombres rápidos de la carrera, mientras que la media montaña llegará en la séptima etapa, con final en Potenza. Tras una jornada más bien llana con salida y final en Nápoles, el domingo 15 de mayo llegará la primera gran jornada de montaña del Giro, con final en el Blockhaus, de 13,6 kilómetros al 8,4%. Antes se subirá el Passo Lanciano, también de primera categoría. 

Tras el descanso del lunes 16, llegarán dos etapa de media montaña, la décima y la duodécima, y otra propicia para el sprint, la undécima, antes de un fin de semana de mucho nivel. El sábado 21 se disputará una etapa rompepiernas entre Santina y Torino, con cinco puertos catalogados como tal y muchas otras subidas que no contarán de cara a la clasificación de la montaña, pero sí pesarán en las piernas de los corredores. Para el domingo 22, ya la etapa 15 de la corsa rosa, queda una etapa de alta montaña, que encadena en su parte final las subidas a Pila les Fleurs, Verrogne (ambos de primera) y Cogne (de segunda). 




Como suele ser habitual, el Giro reserva la mayor dureza de la carrera para la semana final. El martes 24, después del tercer y último día de descanso, se disputará la que puede ser la etapa reina de la carrera. 200 kilómetros con un encadenado de enorme dureza: Goletto di Cadino, el mítico Mortirolo y Santa Cristina antes del final en Aprica. Al día siguiente, más madera, con otra etapa montañosa que presenta dos puertos de primera en su parte final, Passo del Vetriolo y Monte Rovere. La etapa 18 será llana, un oasis antes de la llegada de un nuevo día existente, con visita incluida a Eslovenia, donde se subirá el Kolovrat, de primera categoría. 



La etapa 20 está catalogada de cinco estrellas y no es para menos. Passo San Pellegrino, Passo Pordi y la Marmolada. Un taponne clásico del Giro. Una etapa extraordinaria donde bien puede darse la vuelta la carrera entera. Lo que quede por decidir se resolverá en la contrarreloj del último día, en Verona. En definitiva, un recorrido habitual, fiel a la historia del Giro, con mucha montaña y la mayor parte de la dureza concentrada en la semana final. 

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