Burgaudeau sorprende en la París-Niza


Las sorpresas le sientan bien al ciclismo y hoy en la París-Niza hemos asistido a uno de esos desenlaces inesperados. El Trek de Mads Pedersen se encargó de mantener bajo control la carrera y de echar abajo cada intento de escapada, para allanar así el terreno para el excampeón del mundo. Primero se fugaron Valentin Madouas (Groupama-FDJ), Victor Koretzky (B&B Hôtels), Johan Jacobs (Movistar), Yevgeniy Fedorov (Astana), Sébastien Grignard (Lotto-Soudal) y Julius Van den Berg (EF). 


En el último puerto del día atacó Matthew Holmes (Lotto-Soudal), que se unió en cabeza a los últimos supervivientes de la fuga. Tampoco lograron irse hacia adelante. En el descenso se fue hacia adelante Soren Kragh Andersen, del DSM, pero el Trek también echó abajo su intentona. En uno de los repechos finales, quien lo probó fue Mathieu Burgaudeau, del TotalEnergies. Parecía una escapada más destinada a ser neutralizada por el gris pelotón, pero logró sorprender al grupo y se llevó una victoria agónica. El joven ciclista francés, de 23 años, estuvo a punto de ser alcanzado, pero terminó ganando por delante de Pedersen y de Wout Van Aert, que se le echaron encima, pero no lo suficiente como para quitarle su primera victoria como ciclista profesional. 


Roglic sigue líder de la carrera ante las etapas de montaña de este fin de semana en las que se decidirá la carrera. 



En la Tirreno-Adriático, también hubo victoria  de etapa francesa, esta vez, de Warren Barguil, que ha sido el más fuerte de una escapada de doce ciclistas. 


Más allá del triunfo de Barguil, el primero de la temporada para el corredor del Arkea, la imagen del día en la carrera d ella dos mares ha sido una escena un tanto surrealista. A falta de 8 kilómetros para el final, en la ascensión final, Remco Evenepoel lanzó un ataque después de que Marc Soler endureciera la carrera para Tadej Pogacar. Ese ataque de Evenepoel fue respaldado por el propio Pogacar, sólido líder, y por Jonas Vingegaard. De pronto, cuando los tres marchaban lanzados, se desviaron de la ruta en una curva mal señalizada en el descenso. Eso les hizo perder todas sus opciones de abrir distancias con el resto de favoritos e incluso perdieron contacto con el grupo. 




Mañana, jornada reina de la carrera, con un encadenado montañoso final en el que se decidirá la prueba. 

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