Un día después de que la exhibición de Tadej Pogacar en la Strade Bianche, su principal rival por el trono del ciclismo mundial, Primoz Roglic, le ha dado hoy la réplica en la primera etapa de la París-Niza, que ha sido una demostración de fuerza por parte del Jumbo-Visma. El UAE de Pogacar lleva un comienzo de temporada para enmarcar, que debe de atemorizar a sus rivales. El Jumbo-Visma ha querido dejar hoy claro que están listos para plantar cara al dominio del equipo de Pogacar.
La jornada de hoy tenía un par de puertos de tercera relativamente cerca de meta, sí, pero no se podía esperar lo que finalmente ocurrió. El día seguía más o menos los derroteros esperables. Frederik Frison, Yefgeniy Fedorov y Alexis Gougeard habían protagonizado la escapada del día. Había tensión en el grupo, por la posibilidad de que apareciera el viento y por el empeño de todos los equipos de situar bien a sus líderes de cara a la parte final. Unos kilómetros ante una caída había provocado el abandono de Felix Großschartner.
Y entonces, en el último puerto de tercera categoría, el Jumbo-Via provocó un corte a seis kilómetros del final. Fue un espectáculo pocas veces visto. Christophe Laporte y Wout Van Aert trabajaron a bloque para Primoz Roglic. Sólo Zdebek Stybar logró mantener su ritmo, pero momentáneamente, ya que el ciclista del Quick Step también terminó cediendo. Se fueron los tres ciclistas del Jumbo hacia adelante. Enorme exhibición, tremendo golpe de autoridad para empezar la carrera. La etapa la ganó el que menos habituado a ganar está, Laporte, cuyo trabajo de gregario quedó recompensado con una victoria que propició una foto de esas que quedan para el recuerdo, con tres ciclistas de un mismo equipo entrando en cabeza en meta. Arrollador.
Desde mañana, la París-Niza se solapará con la Tirreno-Adriático, cuya primera etapa será una contrarreloj de 13,9 kilómetros en la que Remco Evenepoel y Filippo Ganna buscarán la victoria y el primer liderato de la carrera de los dos mares.
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