Las nevadas de estos días en Navarra han obligado a los colaboradores del GP Miguel Indurain a cambiar el recorrido de la prueba y suspender el paso por los puertos de montaña que tenía previsto ascender. A cambio, como solución de emergencia, la clásica navarra optó por ascender cinco veces el muro de Ibarra. Es de agradecer la agilidad de los organizadores, como también lo es que haya incluido en la retransmisión de la prueba la novedad de poner una cámara en el coche del director deportivo del Caja Rural-Seguros RGA, lo que la ha hecho más atractiva.
Así que con un recorrido improvisado por culpa de las inclemencias climatológicas, el GP Miguel Indurain ha dejado un entretenido día de ciclismo a un día del Tour de Flandes, donde no contaremos con la presencia de Wout Van Aert, baja por Covid, y a dos días del comienzo de la Vuelta al País Vasco, que es cada año una de las mejores carreras de la temporada.
La escapada inicial de la clásica navarra ha estado formada por Barrenetxea, Basset, Bizkarra, Cabedo, Cobo, Juaristi, Lapeira, Martín y Reis. Una vez fueron neutralizados los fugados, se sucedieron los ataques. A 15 kilómetros del final atacó Azparren, pero no llegó lejos. Un par de kilómetros más allá se formó un corte que parecía que podía ser el definitivo, ya que se fueron hacia adelante Gorka Izagirre, Bilbao, Vlasov, Lafay y Cepeda. A un par de kilómetros de la meta, los escapados fueron neutralizados.
Todavía hubo tiempo de ver más ataques en la ascensión final al muro de Ibarra, antes de un final al sprint de un grupo reducido en el que se ha impuesto Warren Barguil. El ciclista francés del Arkea suma así su segunda victoria del año tras ganar una etapa en la Tirreno-Adriático.
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