El día menos pensado T3

 

Cuentan que fue el propio presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, quien pidió que se hiciera una serie documental sobre el equipo ciclista que patrocina su empresa cuando acudió a ver una etapa del Tour de Francia. Desde entonces, El día menos pensado va ya por su tercera temporada y se ha convertido en una cita obligada para cualquier amante del ciclismo. Una vez más, es muy de agradecer el ejercicio de transparencia del equipo Movistar, porque no rehuye ninguna de las polémicas de la temporada pasada. 


Esta serie documental, que estrenó hace unas semanas Movistar+ y que en breve se podrá ver también en Netflix, incluye también alusiones a cómo afrontan dentro del equipo el hecho de que una cámara grabe las charlas en el bus, las cenas o cualquier situación del día a día en las grandes carreras. Chente García Acosta, por ejemplo, vive una segunda juventud y es casi más famoso ahora que cuando fue corredor, gracias a sus frases célebres como "la fuga de la fuga". Esta temporada sumamos "ahí detrás huele a muerte", cuando recomienda a sus líderes estar bien situados siempre, por lo que pueda pasar.

Hay dos reflexiones, ya en el capítulo final, que me gustan especialmente, la de Patxi Vila, que define al ciclismo como el deporte del pueblo, y la de Carlos Verona, quien cuestionado sobre si es incómodo tener las cámaras del equipo del documental siempre cerca, responde que de qué sirve lo que hace el equipo si no lo ve la gente. Además, añade, ver los momentos mejores y también los menos buenos del equipo humaniza a los corredores. 

Evidentemente, el gran momento de la serie es la retirada de Miguel Ángel López de la Vuelta, aquel día aciago en el que el corredor colombiano rompió por la vía de los hechos consumados su relación contractual con Movistar, que sin embargo acababa de renovar. Antes de ese drama, sólo dos días antes, El día menos pensado muestra la alegría en el seno del equipo por la victoria del propio López en la etapa del Gamoniteiru, que precisamente siguió desde el coche del equipo el propio presidente de Telefónica. Para entonces, el Movistar tenía ya sólo cinco corredores en liza en la ronda española, pero sumaba una victoria parcial y tenía casi asegurado el podio con sus dos líderes, el propio López y Enric Mas

Es en el cuarto capítulo cuando se cuenta el momento más esperado, aquella retirada. Se muestra la cámara en el coche del equipo, en el que iban Chente y Eusebio Unzué. Escuchamos sus órdenes a López cuando se queda cortado y pierde contacto con los favoritos. Hay cierta indecisión y órdenes confusas. El ciclista se ofusca y culpa a sus directores de la situación. Justo ese día, además, había un equipo rodando en la casa de Valverde, que sigue la etapa por televisión, lo que nos permite ver la reacción del murciano. Se cuenta que Carlos Verona llamó por teléfono desde su casa a López para intentar convencerlo de que reemprendiera la marcha, como hicieron también Rojas, que trabajó para él aquel día, y Erviti, que se detuvo sin éxito.  López reconoce que se equivocó por sus compañeros, pero cuenta que no quería seguir en el equipo. Reconoce que incluso le llamó por teléfono su mujer. Tampoco ella le pudo convencer. Es impagable, por cierto, el momento en el que Chente le cuenta a Mas la retirada de López. Ya en meta, el responsable de medios le hace decir a Mas que no sabía nada.

Está muy bien contado aquel momento y López, aunque ya no forma parte del equipo, da su versión. Vemos incluso la charla en la que el colombiano se despide de sus compañeros y del staff del Movistar en la Vuelta, momento en el que se derrumba. López afirma que sintió que se le había hecho de menos durante toda la carrera, porque él tenía que trabajar para Mas, o así lo vio él. Mas es muy elegante y cauto, apenas habla del tema en todo el documental. 

Más allá del momentazo de Miguel Ángel López, esta tercera temporada de El día menos pensado incluye otras muchas escenas atractivas. Por ejemplo, el Tour de Flandes, con la victoria de Annemieck Van Vleuten. La mayor presencia del ciclismo femenino es uno de los grandes aciertos del documental. También se ve una vez más lo ingrato que en ocasiones es este deporte, con momentos muy duros como la caída que obligó a Valverde a abandonar la Vuelta, las que sufrieron casi todas las ciclistas del Movistar en la París-Roubaix o la de Verona en el Tour. Otra caída, la de Marc Soler en el Giro, da igualmente bastante juego en el documental. También Soler, ya corredor del UAE, da su versión. Una vez más, por cierto, El día menos pensado remarca la importancia del trabajo de los gregarios, como Rojas o Erviti, y es estupendo que así sea, porque muchas veces nos centramos en las grandes estrellas sin olvidar que el ciclismo es un deporte en equipo, en el que la labor de los coequipiers marca muchas veces la diferencia. 

El documental, en fin, es muy recomendable para todo amante de este deporte y creo que también para quien no lo sea, porque es muy entretenido. El año que viene, tendrá competencia, con ese proyecto que ha anunciado el Tour de Francia con Netflix, en el que colaborarán varios equipos, entre ellos, el propio Movistar. 

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