Día de sensaciones enfrentadas para los aficionados franceses al ciclismo hoy en el Giro. La etapa concluyó con la tercera victoria parcial de Arnaud Démare, enfundado en su maglia ciclamino de líder de la regularidad, pero antes se había retirado de la carrera la gran caza francesa para la general, Romain Bardet, quien hasta ahora era sin duda uno de los grandes candidatos al triunfo final en la corsa rosa. El corredor del DSM arrastraba problemas estomacales que hoy ha agravado un golpe de calor. Lamentablemente, la suerte no ha acompañado a Bardet y el Giro pierde a uno de sus hombres fuertes, que estaba llamado a dar batalla en las etapas de montaña que están por venir. Una pena.
Por su parte, Arnaud Démare se ha impuesto en la volata final por delante de Phil Bauhaus y de Mark Cavendish. Por su parte, Fernando Gaviria tampoco ha logrado hoy alzar los brazos. No está siendo su carrera. La victoria de Démare le consolida como el mejor velocista del Giro, con tres etapas, y también al frente de la clasificación de la regularidad, en la que no tiene rival.
El desenlace de la etapa ha sido muy emocionante, ya que los cuatros fugados, Nicolas Prodhomme, Filippo Tagliani, Julius Van Den Berg, Mirco Maestri y Pascal Eenkhoorn, han entrado en el último kilómetro con unos 10 segundos de ventaja sobre el protón. El gran grupo, en el que trabajaron en la caza el Quick-Step de Cavendish, el Israel de Nizzolo y el Groupama-FDJ de Démare. Por muy poco, los fugados no lograron disputar la etapa y romper el guión del día.
Mañana, etapa 14, en la que sí debería haber batalla entre los hombres de la general. La doble ascensión a Superga y a Colle della Maddalena es terreno suficientemente exigente como para ver espectáculo. Además, el sprint intermedio bonificado está cerca de meta de Turín, lo que todavía puede motivar más a los corredores.
El sueño de todo organizador de una gran vuelta es que la general llegue abierta a la última semana de la carrera, pero no a costa, claro, de que no haya emoción en la lucha por la general. Hemos consumido ya dos tercios de la carrera y no se ha visto gran cosa en la disputa por la maglia rosa. Se sabía ya desde el principio de la carrera cómo era el recorrido de esta edición del Giro y que la mayor dureza estaba concentrada, tal vez demasiado, en su semana final. No tengo claro que una gran vuelta se pueda permitir que lleguemos a la tercera semana de carrera sin haber visto casi ningún duelo entre los hombres de la general. No está saliendo el Giro como esperaban los organizadores, estoy seguro de que esperaban más batalla en varias de las etapas disputadas hasta ahora. No tiene sentido ponerle paños calientes a la realidad: no está siendo un Giro demasiado divertido. Pero quedémonos con lo bueno: todo está por decidir. Una traca final atractiva puede salvar sin duda esta carrera. ¿Por qué no ser optimistas?
De entrada, Juanpe López, que mañana sumará diez días vestido de rosa, lo cual tiene un mérito innegable aunque no haya habido gran pelea estas etapas, parte con 12 segundos de ventaja sobre Richard Carapaz. El corredor ecuatoriano del Ineos era el gran favorito a la salida del Giro y no hay ningún motivo para dejar de pensar lo mismo. También Joâo Almeida está a 12 segundos del español, mientras que Jai Hindley es cuarto a 20 segundos y Guillaume Martin, quinto a 28 segundos. Además de Domenico Pozzovivo y de Emanuel Buchmann, que son séptimo y octavo, completan el top 10 tres ciclistas españoles: Mikel Landa (sexto a 29 segundos), Pello Bilbao (noveno a 1:22) y Alejandro Valverde (décimo a 1:23).
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