Yates vence y Van der Poel resiste


La contrarreloj disputada hoy en la segunda etapa del Giro por unas abarrotadas calles de Budapest no ha deparado grandes sorpresas. Si acaso, el portentoso rendimiento de Mathieu Van der Poel, ganador ayer, que le permitirá seguir como líder de la prueba. La victoria parcial ha sido para uno de los máximos aspirantes a la victoria final del Giro, Simon Yates, quien ha logrado sacar tiempo a todos sus adversarios. 

El día, como ayer, ha transcurrido en un ambiente de fiesta. No es común, aunque cada vez ocurre más a menudo, que las grandes vueltas partan desde el extranjero y, desde luego, volver a ver el Giro por las calles de su ciudad no es algo que puedan esperar en el futuro inmediato los ciudadanos de Budapest. Por eso, han respondido con efusividad, transmitiendo un día más calor humano a los ciclistas. Es inevitable el debate sobre la conveniencia o no de sacar las grandes vueltas de sus países de origen por algunos días. Claro que prima una motivación económica y de difusión de la prueba en el extranjero, pero no es éste el único ni el más inquietante síntoma de la primacía de las cuestiones económicas en el deporte profesional en estos tiempos que corren. Al menos, en lo estrictamente deportivo, este paso del Giro por Hungría sí está dejando escenas de buen ciclismo y de público entregado a la carrera

Sólo tres corredores han bajado hoy de los 12 minutos en la contrarreloj de poco más de 9 kilómetros de recorrido, que incluía un tramo final cuesta arriba hacia la parte alta de Budapest. Han sido Simon Yates, ganador de la etapa; un soberbio Van der Poel, que apenas ha cedido tres segundos, y un gran Tom Dumoulin, que ha hecho valer su bien hacer en la especialidad de la lucha contra el reloj para marcar el tercer mejor tiempo, a sólo cinco segundos del vencedor. 

Las distancias no han sido enormes no ha habido grandes hundimientos entre los favoritos de la general. Bueno, sólo uno, el de Iván Ramiro Sosa, líder del Movistar, que se ha dejado un minuto y 13 segundos. Demasiado tiempo, por mucho que sea el más escalador de todos y, por tanto, el que más iba a sufrir hoy. En todo caso, con todo el Giro por delante, no es en absoluto una pérdida insalvable. 

Entre el resto de candidatos, ya digo, escasa sorpresas y diferencias poco significativas. Wilko Kelderman se ha dejado 13 segundos, Pello Bilbao (espléndido) y Joâo Almeida, 18; Vincenzo Nibali, muy bien hoy, genio y figura,  19; Romain Bardet, al que se ve muy conectado y sin esa presión extra que le pone el Tour, 24; Richard Carapaz, también 24 segundos; Mikel Landa, 33, razonablemente bien; Jai Hindley, 34; Alejandro Valverde, 41 y Miguel Ángel López, el segundo gran perdedor del día junto a Sosa,  42 segundos.





Pocas conclusiones, en definitiva, pueden sacarse, más allá de que se confirma que Simon Yates, que viene de ganar dos de las tres etapas de la Vuelta a Asturias, llega en buena forma, tanto como para ser el mayor rival de Carapaz por la maglia rosa. Sólo su falta de regularidad histórica genera ciertas dudas. 



Van der Poel sigue líder en la general con 11 segundos de ventaja sobre Yates y 16 sobre Dumoulin. Pello Bilbao se pone noveno en la general a 29 segundos del neerlandés.

Mañana, tercera etapa, última por tierras húngaras, con previsible final al sprint. 

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