Los fanáticos del ciclismo vemos tantas carreras como podemos, pero es inevitable que le tengamos especial cariño a algunas. Por ejemplo, la Vuelta a Burgos, que cada año por estas fechas esperamos con muchas ganas y que está repleta de alicientes. El hecho de llegar justo después del Tour nos hace aguardar la ronda burgalesa con ansia pura y, al situarse a sólo dos semanas de la Vuelta, suele atraer a muchos de los ciclistas que disputarán la última grande del calendario. Si a eso se suma el buen hacer acreditado por los organizadores y su atractivo recorrido, con finales ya míticos como el del Alto del Castillo el primer día o, sobre todo, las Lagunas de Neila en la jornada final, se entiende que la Vuelta a Burgos sea una carrera especial para muchos aficionados al ciclismo entre los que me incluyo.
Hemos pasado grandes esos disfrutando del ciclismo en la cita de cada mes de agosto con la prueba burgalesa y este año no será menos. De entrada, hemos podido ver una muy entretenida primera etapa, con el ya tradicional doble paso por el Alto del Castillo. Antes de la llegada a ese punto, la escapada del día estuvo formada por Diego Pablo Sevilla (Eolo), Jesús Ezquerra (Burgos-BH) y Xabier Mikel Azparren (Euskaltel-Euskadi).
Una vez fueron alcanzados los tres fugados, ya en la primera subida al Alto del Castillo atacó Raúl García Pierna (Kern Pharma), pero fue cazado el el descenso. Se produjeron entonces varios intentos de ataque, hasta que el Trek se puso a tirar del grupo para intentar controlar la carrera y que aquello no se desmadrada. Suele ser habitual que la primera etapa de la ronda burgalesa la gane un ciclista que sorprenda al grupo con un demarraje casi nada más empezar la explosiva ascensión final al Alto del Castillo y hoy se ha cumplido la tradición. Ha sido Santiago Buitrago, ganador de una etapa en el Giro de ese año y compañero de equipo de Mikel Landa, que vuelve a la competición por primera vez desde que disputó la corsa rosa, quien ha sorprendido a todos y ha sumado la victoria, que le permite además convertirse en el primer líder de la carrera. De nada sirvió la reacción tardía de Rubén Guerreiro y Tao Geoghegan Hart, que concluyeron en la segunda y tercera plaza, respectivamente.
Mañana, segunda etapa con final en Villadiego, con tres cotas de montaña, pero demasiado lejos de meta para que, en principio, hay batalla entre los hombres de la general.
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