El Jumbo-Visma, que viene de ganar el Tour de Francia y que venció las tres última ediciones de la Vuelta, ha comenzado mandando la ronda española, con salida desde los Países Bajos, precisamente de donde procede esta poderosa escuadra, hoy por hoy, la gran dominadora del ciclismo mundial. El conjunto neerlandés ha ganado la contrarreloj por equipos con autoridad, lo que ha permitido a Primoz Roglic sacar tiempo a todos sus rivales y a Robert Gesink, hombre fiel al equipo desde que saltó a profesionales en 2007, vestir en su país el primer maillot rojo de líder de la Vuelta.
Es tal la capacidad de una carrera ciclista de tres semanas de generar historias cada día que las primeras historias Vuelta, que ha empezado a rodar hoy en Utrecht, comenzaron antes del inicio oficial de la prueba y del triunfo del Jumbo-Visma. Por ejemplo, las bajas de última hora a causa del Covid, como la de Ángel Madrazo o Manuel Peñalver, ambos del Burgos BH, que no ha podido reemplazar a este último y tomó la salida con siete ciclistas. O la no participación de Nairo Quintana por su descalificación, que no sanción, del pasado Tour, lo que también causó que el Arkea partiera con un ciclista menos. Más alegres fueron otras historias previas al comienzo oficial de la carrera como la extraordinaria y multitudinaria presentación de ayer o el cambio de maillot del Movistar, para homenajear a Alejandro Valverde en su última participación en una gran vuelta.
Día a día, la 77 edición de la Vuelta atraerá la atención del mundo ciclista con sus mil y una historias, incluidos los fichajes para la próxima temporada, como el de Richard Carapaz por el EF confirmado hoy. Las historias del día de hoy las ha propiciado una contrarreloj por equipos, tristemente rara avis en estos tiempos, una disciplina preciosa por la que la ronda española tiene especial querencia, algo que agradecemos los que apreciamos esta modalidad. Por momentos parecía que la lluvia, que no apareció cuando los primeros equipos tomaron la salida, podría condicionar la etapa, pero no ha sido así y, afortunadamente, la carretera ha estado seca y la lluvia ha preferido no asomar por Utrecht. Ha sido la única ausencia, porque viendo la afluencia de público se diría que toda la ciudad y parte de las ciudades colindantes han salido a la calle para acoger a la Vuelta de forma apasionada. Qué envidia da el respeto reverencial al ciclismo y el uso cotidiano de las bicicletas en aquel país.
El Jumbo Visma de Roglic ha sacado 13 al Ineos de Richard Carapaz, Tao Geoghegan Hart y Carlos Rodríguez; en 14 segundos al Quick-Step de Remco Evenepoel; en 31 segundos al BikeExchange de Simon Yates; en 33 segundos al UAE de Joâo Almeida y Juan Ayuso; en 38 segundos al Groupama-FDJ de Thibaut Pinot; en 41 segundos al Bora de Jai Hindley; en 42 segundos al Trek de Juanpe López y al Bahrein de Mikel Landa; en 43 segundos al Movistar de Enric Mas y Alejandro Valverde y en 46 segundos al Astana de Miguel Ángel López.
Mañana, segunda etapa, primera en línea, con meta en Utrecht, con previsible final al sprint.
Por otro lado, Alex Aranburu se ha adjudicado el Tour du Limousin tras defender a la perfección su maillot amarillo en la última etapa de la carrera francesa, en la que el corredor de Aranburu fue segundo por detrás de Vincenzo Albanese (Eolo), que sorprendió al pelotón. En el Tour de Dinamarca la etapa se la llevó al sprint Jasper Philipsen, mientras que Magnus Sheffield sigue líder.
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