Jackson logra la victoria de su vida en la París-Roubaix


Alison Jackson se ha adjudicado la victoria en la tercera edición femenina de la París-Roubaix, el Infierno del Norte. A sus 34 años, la ciclista canadiense del EF Education-Tibco-SVB ha dado la sorpresa en el mítico velódromo de Roubaix y ha conseguido la victoria de su vida. Aunque hoy no ha llovido, las lluvias de estos últimos días en la zona han provocado que hubiera barro en varios de los tramos de pavés por los que tuvieron que pasar las corredoras, lo que ha añadido peligrosidad a la carrera. 

Jackson ha formado parte de la escapada inicial de la carrera, esa fuga que según el guion no escrito de este tipo de carreras está destinada a animar la carrera, pero que rara vez tiene entre sus componentes a la ganadora del día. Junto a ella entraron en el corte Andersen, Börgstrom, Borras, Duval, Hengeveld,, Klein, Lach, Le Deunff, Markus, Pate, Ragusa, Talbot, Tomasi, Towers, Truyen, Vandenbulcke y Van Helvoirt. Se fue en solitario Hengeveld, aunque fue cazada después. 

Por detrás marchaban las favoritas, las llamadas a disputarse la carrera. Entre ellas, Marianne Vos, que ha sufrido de lo lindo hoy ya que se legó una buena paliza para alcanzar al pelotón después de un pinchazo que sufrió a 71 kilómetros de meta. Más cerca del final, a unos 50 kilometros, atacó Lotte Kopecky. La gran favorita, que viene de ganar de forma insultante el Tour de Flandes, hizo una buena selección, ya que junto a ella quedaron en ese grupo, entre otras, Longo Borghini, Chabbey, Mackaij, Brand, Georgi, Koch, Consonni o Kasper

La distancia con el grupo delantero no hacía más que rebajarse cuando a falta de menos de 40 kilómetros para el final se produjo una caída muy seria en el grupo perseguidor. Longo Borghini, que iba justo en cabeza del grupo, perdió el control de la bici por culpa del barro y casi todas las ciclistas se fueron al suelo en un efecto dominó. Sólo Kasper no se vio afectada y siguió hacia adelante. Cuando la ventaja se redujo hasta cerca del minuto, Jackson atacó por delante, aunque no abrió mucho camino. Restaban 20 kilómetros. 

Empezó entonces una parte apasionante de la carrera, ya que por detrás había un primer grupo de perseguidoras con la propio Longo Borghini y otro un poco más atrás con Kopecky, entre otras. Las escapadas se confiaron un poco, o esa impresión dio, y lo cierto es que llegaron a los kilómetros finales con poco más de un puñado de segundos de ventaja sobre las perseguidoras. Con todo, lograron manejar bien esa distancia para disputarse entre ellas la victoria en pleno velódromo. 

El desenlace fue accidentado, ya que se fue al suelo Markus. Jackson se impuso por delante de Ragusa y Truyen, así que la canadiense se lleva a su casa el premio más sarcástico del ciclismo: un adoquín tras hace sufrido pasando por los ramos adoquinados de la que para muchos, entre los que me incluyo, es la mejor carrera del año, la París-Roubaix, que mañana vivirá su edición masculina. 

Comentarios