No levanta cabeza este Giro. Las carreras de tres semanas son, por encima de todo, pruebas de resistencia pero lo de esta edición de la corsa rosa está adquiriendo tintes de tragedia griega. El día comenzó como las etapas previas, es decir, con el incesante y muy alarmante goteo de bajas por Covid-19. Hoy no han tomado la salida Jan Hirt, Josef Cerny, Louis Vervaeke y Mattia Cattaneo, del Soudal-Quick Step, equipo que ya perdió a Evenepoel por el mismo motivo. También se marchan de la corsa rosa por la misma razón Andrea Vendrame (AG2R) y Stefano Gandin (Corratec). Ahora mismo el Giro, al que le quedan casi dos semanas enteras, es un polvorín.
Pero es que aparte del Giro, claro, hay otros obstáculos y otros imprevistos que acechan a los ciclistas. Hoy el líder, Geraint Thomas, y varios de sus compañeros del Ineos sufrieron una caída que lamentablemente ha obligado a abandonar la carrera a Tao Geoghegan Hart, hasta ahora, tercer clasificado de la prueba. Otra baja sensible más para una carrera que ha tenido que despedir a muchos corredores estos últimos días y que vive en la incertidumbre y el sobresalto permanente. Thomas aventaja en la general en dos segundos a Roglic (que también se ha ido hoy al suelo), en 22 segundos a Almeida, en 35 segundos a Leknessund, en 1:28 a Damiano Caruso y en 1:52 a Lennard Kämna.
En lo que se refiere a la lucha por la etapa, hoy la escapada del día la han formado Thomas Champion (Cofidis), Alexander Konychev (Corratec), Filippo Magli (Green Project), Laurenz Rex(Intermarché), Diego Pablo Sevilla (Eolo) y Veljko Stocnić (Corratec). El que más lejos llevó la aventura fue Rex, pero el pelotón se le terminó echando encima. La caída de la parte final de la etapa cortó el pelotón y dejó sin opciones a velocistas de entidad. La victoria se la llevó por la mínima Pascal Ackermann, quien estrena así su palmarés de esta temporada. Ha sido un triunfo soberbio por delante de Jonathan Milan y de Mark Cavendish. Quizá ha sido el sprint más espectacular y más ajustado de la presente edición de la carrera.
Mañana, duodécima etapa con final en Rivoli que incluye la subida a un puerto de segunda categoría a 30 kilómetros de meta. Con todo, la mejor noticia sería que no hubiera más bajas y ella carrera recobrara cierta tranquilidad.
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