La Vuelta 2023, esta edición extraña y anómala que no olvidaremos fácilmente, a veces, por razones indeseadas, comenzó hace tres semanas con una sorprendente victoria del equipo DSM en la contrarreloj por equipos inaugural por las calles de Barcelona. Hoy, a falta de dos días para echar el cierre a la carrera, el equipo neerlandés ha conseguido una nueva victoria, en este caso, al sprint gracias a Alberto Dainese, que se ha impuesto en la volata de Íscar a su compatriota Philippo Ganna, consumado contrarrelojista y pistard que se ha revelado en esta Vuelta como notable velocista. La etapa de hoy, con perfil completamente llano, tenía dos desenlaces posibles: un triunfo de la fuga si era lo suficientemente numerosa y tenía representación de un nutrido grupo de equipos, por un lado, o jornada resuelta al sprint si los equipos de los velocistas se animaban a controlar la carrera para buscar un triunfo parcial. Ocurrió esto último, con el Ineos, que ha tenido muy mala suerte en esta Vuelta con las caídas de Arensman y de Thomas, entre los conjuntos decididos a buscar el sprint para jugar así las opciones de Ganna. El italiano, vencedor de la contrarreloj de Valladolid, ha acariciado el triunfo en una volata en la que el gran ausente ha sido Kaden Groves, el rey de los sprints en esta Vuelta, que ha sufrido una caída a falta de poco más de un kilómetro para el final, lo que le ha impedido entrar en la volata. Afortunadamente, el australiano ha podido entrar en meta sin aparentes grandes lesiones, por lo que podrá seguir en carrera y buscar su tercera victoria de etapa en esta Vuelta el domingo en Madrid.
Antes de la volata, los protagonistas del día han sido los fugados Clément Davy (Groupama-FDJ), Mathis Le Berre (Arkéa-Samsic), Paul Lapeira (AG2R-Citroën) y Michal Schlegel (Caja Rural), a los que el pelotón no les dio la más mínima opción.
¿Y mañana qué? Nada temen más los organizadores de las grandes vueltas que llegar a la ya tradicional jornada montañosa del penúltimo día con todo decidido en la lucha por la general. Ese temor se cumple este año en la Vuelta, con el componente anómalo de que los tres primeros de la general son tres corredores de un mismo equipo, el Jumbo-Visma. El conjunto neerlandés empezó la carrera buscando algo histórico que nunca antes ningún equipo logró, ganar las tres grandes vueltas en una misma temporada, un reto que conseguirá con tanta holgura que salvo catástrofe mañana los tres corredores presentes en el podio final de Madrid serán de ese equipo.
Tras la libertad con la que corrieron Primoz Roglic y Jonas Vingegaard el miércoles en el Angliru, atacando a su compañero y líder de la carrera Sepp Kuss, ayer el equipo neerlandés dio una imagen mucho más apacible y de equipo de verdad. Con su actuación y sus declaraciones ante la prensa los tres dejaron claro que la decisión estaba tomada: Kuss ganará la Vuelta. El estadounidense, gregario de Roglic y Vingegaard en tantas ocasiones, se llevará la primera gran vuelta de su palmarés. Dentro de lo anómalo que es un podio copado por un mismo equipo, y al margen de las filias y las fobias de cada cual, parece claro que Kuss es, por muchas razones, el favorito número uno en el pelotón y entre los aficionados. Líder por una vez quien tantas veces ha sido gregario, protagonista absoluto tras años de fiel y leal secundario de lujo. Además, Kuss cae simpático, tiene carisma. Será, sin duda, un vencedor querido y aclamado. Para eso, claro, tendrá que evitar cualquier desfallecimiento mañana.
Por lo demás, sentenciado el podio salvo sorpresa mayúscula, apenas queda la lucha por la cuarta plaza de la general, que se disputan además los tres corredores españoles mejor clasificados. Ahora mismo Juan Ayuso es cuarto a cuatro minutos de Kuss. El ciclista del Emirates tiene apenas 19 segundos de ventaja sobre Mikel Landa y 30 segundos sobre Enric Mas. En cuanto a la lucha por la etapa, el recorrido de la jornada de mañana, lleno de ascensiones, invita a la formación de una fuga numerosa, aunque dependerá de si el Jumbo-Visma quiere ganar una etapa más para redondear su arrollador dominio en la carrera.
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