Vingegaard se acerca al rojo de Kuss


La vida sigue igual. En la Vuelta ocurre lo que quiere el Jumbo-Visma, cómo y cuando quiere el equipo neerlandés. Los demás ciclistas son poco más que actores secundarios, figurantes, en una pieza teatral en la que los guionistas, directores y actores principales son todos del mismo equipo. Antes de la salida hoy en Liencres se conoció que Nathan Van Hooydonck, ciclista del Jumbo-Visma, había sufrido un infarto mientras conducía, lo que provocó un accidente. Parece que se encuentra en estado grave. Sus compañeros han querido dedicarle hoy una victoria de etapa y la enésima exhibición en esta Vuelta. 


No ha habido nada que hacer. Estaba claro que la carrera estaba más que sentenciada y la única duda era si el Jumbo-Visma acapararía o no el podio final en Madrid y también si el equipo se volcaría para que Sepp Kuss, el eterno gregario, ganara la Vuelta o no. Pues bien, tras lo de hoy, parece que el conjunto neerlandés da libertad a sus dos líderes, en especial a Jonas Vingegaard, para intentar ganar la carrera. Sin sentimentalismos. Vingegaard viene de ganar el Tour y podría lograr el doblete. Hoy el danés atacó a cuatro kilómetros, cuando ya la fuga del día había sido neutralizada por su equipo, y ha terminado metiendo en meta más de un minuto al resto de favoritos, lo que le deja a apenas 29 segundos de Kuss. 


Tercero pasa a ser Primoz Roglic, ahora a 1:33 de Kuss y con un minuto de ventaja con Juan Ayuso y 1:29 con Enric Mas, que quieren intentar entrar en el podio y lo van a probar hasta el final, pero que parecen seguir por detrás de los Jumbo, por más que hoy le hayan metido unos segunditos a Kuss. 


No conviene engañarse ni hacerse trampas. Nadie ha podido ir a por Vingegaard hoy. Sólo reaccionaron, pero tarde, Fisher Black, gregario de Ayuso en el Emirates, y Mikel Landa, pero sin capacidad de llegar a su altura. Ningún equipo tiró del grupo de los líderes, lógicamente, porque quién iba a tirar para neutralizar a uno de los tres líderes del Jumbo-Visma cuando llevaba a los otros dos junto a ellos. Es la gran ventaja del equipo neerlandés, su abrumador dominio. Puede lanzar por delante a quien quiera de los tres y tendrá a los otros dos a rueda. Muy, muy difícil de combatir. 


Hoy Kuss ha mostrado su primer síntoma de debilidad, al no poder seguir el ritmo de su compañero Roglic, que atacó en el último kilómetro y al que sí respondieron, no sin apuros, Ayuso y Mas. Ha sido una muestra de debilidad, sí, pero mínima, apenas se ha dejado cinco segundos con Roglic. Kuss será mañana quien más se juegue en la etapa del Angliru, porque lleva el maillot rojo, porque es la última gran etapa de alta montaña que le queda a la carrera (aunque el penúltimo día hay un encadenado imponente en la Sierra de Guadarrama) y porque hoy ha flojeado un poco. Es la única mínima, minimísima, duda sobre el poderío del Jumbo-Visma, la única escasa opción que se vislumbra para que el equipo neerlandés no pueda copar el podio final de la carrera. Veremos. Sí parece que Vingegaard ha ido de menos a más y su continuidad en el equipo la próxima temporada, a diferencia de la de Roglic, está fuera de toda duda. Todo ello son factores que pueden tener importancia en lo que queda de carrera. 


Por lo demás, la etapa ha sido muy entretenida. La Vuelta, como la vida, te da sorpresas. El día lluvioso y el hecho de que mañana se sube el Angliru invitaba a pensar en una jornada más o menos tranquila hoy entre Liencres y Bejes. Nada que ver. Se formó una primera escapada con Romain Bardet (DSM), Romain Gregoire (Groupama), Louis Vervaeke (Soudal-Quick Step), Max Poole (DSM), Andreas Kron (Lotto Dstny), Matteo Sobrero (Jayco), Andrea Piccolo (EF), Jon Barrenetxea (Caja Rural-Seguros RGA), Kaden Groves (Alpecin) y Samuele Battistella (Astana). Parecía que el pelotón podía dejar hacer, pero el Ineos, y en menor medida también el Intermarché y el Arkea, que no metieron a ningún ciclista en la fuga, se pusieron a tirar del pelotón para echar abajo la escapada, lo que lograron a algo menos de 80 kilómetros para el final. 


Volvieron a intentarlo de nuevo Bardet y Cattaneo. No cuajó su movimiento. Tras varios tiras y afloja se formó un nuevo corte con seis ciclistas, tres de ellos presentes ya en la fuga inicial (Groves, Sobrero y Poole) y otros tres nuevos (Prodomme, Nicolau y Van Den Berg). Otra vez el Ineos se quedó fuera, pero esta vez no se puso de nuevo al frente del pelotón. Tomó el mando el Jumbo-Visma, que marcó el ritmo para dirigir la carrera hacia su enésima exhibición. El día ha dejado dos noticias tristes: la retirada de David de la Cruz, que no ha tomado la salida por culpa de una gastroenteritis, y una caída de Luis León Sánchez en la parte final, que había contado días antes que esta temporada será la última y que colgará la bici cuando termine esta carrera. Ha podido llegar a meta dolorido. Ojalá resista y pueda llegar a Madrid.




El día de mañana promete con el final en el muy exigente Angliru, con 12,4 kilómetros al 9,8%, después de las ascensiones al Alto de la Colladiella (7,8 kilómetros al 7,1%) y el Alto del Cordal (5,4 kilómetros al 9,2%). 

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