Vingegaard pide prohibir el monóxido de carbono


El diario francés Le Monde publica hoy una muy interesante entrevista con Jonas Vingegaard. En general, las entrevistas que conceden los ciclistas antes de que comience la temporada son siempre más sosegadas y tranquilas, es decir, más jugosas y con más contenido, que las que luego pueden dar en medio del frenesí de las carreras. En este caso, el ciclista danés del Visma, que el próximo año correrá el Tour y la Vuelta, habla con mucha honestidad de todos los asuntos de actualidad. No rehuye ninguno y, según cuenta el periodista que firma la entrevista, incluso va más allá de lo que le recomienda su responsable de prensa. 

Es especialmente interesante lo que cuenta sobre el uso del monóxido de carbono en dosis contenidas, algo que hacen varios equipos del pelotón, incluido el suyo, y que, además de despertar sospechas sobre sus efectos donantes, ha sido también señalado por los expertos como una práctica muy peligrosa. Vingegaard reconoce que su equipo lo usa para medir el volumen sanguíneo y la masa total de hemoglobina. Cuenta que los ciclistas de su formación inhalan el monóxido de carbono antes de un entrenamiento en altura y, de nuevo, después, para calibrar así su capacidad máxima de absorción de oxígeno. Según él, otros equipos sí inhalan monóxido de carbono de forma más recurrente, lo que les aporta una mejora significativa de su rendimiento. Por eso, pide que la Agencia Mundial antidopaje prohíba esta práctica. 

La UCI ya dijo el diciembre que quiere prohibirla y es esperable que en su próxima reunión, que se celebrará el 31 de enero y el 1 de febrero, lo apruebe finalmente. El UAE de Pogacar es otro de los equipos que reconoce recurrir al monóxido de carbono. 

En esta entrevista con el principal medio francés, Vingegaard habla de la terrible caída que sufrió el año pasado en la Vuelta al País Vasco, donde reconoce que hubo una mezcla de factores, incluida una insuficiente señalización, el peligro del recorrido y también la excesiva asunción de riesgos por parte de los ciclistas. Debemos entender que tomamos demasiados riesgos. No hay que culpar a los organizadores o el recorrido. También nosotros, los corredores, jugamos un papel en la seguridad. Es un tema central en nuestra vida profesional”, afirma. También reconoce que, desde aquella caída, él toma menos riesgos. Impacta leerle decir que creyó que iba a morir y que, en en suelo, sólo podía pensar que haría su familia sin él. 

En la entrevista también habla de Pogacar. Dice que es el mejor ciclista del mundo y que tiene mucho respeto por él, pero que siente que no está tan lejos del esloveno y también que no es su mejor amigo ni suelen charlar en las carreras. El ciclista danés también cuenta que le da igual que se diga de él que es muy tímido, casi como un robot sin sentimientos. Afirma que no quiere dar una imagen distinta a la real, pero que él es muy divertido y siempre hace bromas en el equipo y con sus amigos.

Por otro lado, recalca que el Tour es la carrera más importante del mundo y que quiere volver a ganarla, pero que también le gustaría ganar las otras dos grandes vueltas (el Giro y la Vuelta), y otras carreras como el Mundial. Vingegaard dice, eso sí, que “al contrario que otros corredores, soy alguien que necesita tiempo libre y de descanso para estar rodeado de los míos. Eso me permite desconectar y estar más concentrado cuando estoy en competición”. 

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