Pogacar y Vollering reinan en la Strade Bianche


La Strade Bianche, para muchos el sexto monumento, ha vuelto a ofrecernos hoy un sensacional espectáculo ciclista por partida doble. Primero, la edición femenina, en la que Demi Vollering y Anna Van Der Breggen han protagonizado un magnífico pulso por la victoria que se ha decantado a favor de la primera. Después, la masculina, en la que Tadej Pogacar ha sufrido como nunca por culpa de una dura y aparatosa caída, pero ha arrasado como siempre, tras dejar atrás a Tom Pidcock, el primero de los mortales hoy, a falta de 18 kilómetros de meta. 

En ambas ediciones, por cierto, han terminado en posicion destacada Juliette Labous (cuarta) y Tim Wellens (tercero), después de haber hecho un trabajo excepcional para sus líderes y vencedores de la carrera. Y en ambas ediciones, también la quinta plaza ha sido para ciclistas españoles: Mavi García y Pello Bilbao

Vamos por partes. No le quedan muchos hitos por cumplir a Pogacar, van quedando pocos logros que nadie antes había  conseguido, pero hoy ha logrado convertirse en el primer campeón del mundo en ganar la Strade Bianche. Ha reinado en la clásica de las carreteras blancas, de los caminos de sterrato, como el mejor ciclista del mundo que es. Ha entrado en meta imperial, en solitario, con más de un minuto de ventaja sobre su más inmediato perseguidor, coreado por una multitud que lo aclamaba en una atestada Via Santa Caterina. Como si fuera una rutina, ha ganado su tercera edición de la preciosa clásica con final Siena, ha vencido de forma arrolladora, sobreponiéndose a una caída terrible a falta de 50 kilómetros de meta. 

Hoy Pogacar ha demostrado que es humano, porque sangra cuando tiene una herida y le duele cuando se golpea, pero su capacidad de ganar allá donde va sigue siendo de otro planeta. La primera escapada del día la formaron Askey, Dewulf, Donovan, Foldager, Petilli, Price-Pejtersen, Reinderink, Swift, Weiss y Withen Philipsen. A falta de 90 kilómetros solo quedaba una treintena de ciclistas en el pelotón. A casi 80 kilómetros de meta atacó Tom Pidcock (Q36.5) y se lanzó después tras él Tadej Pogacar, para quien había hecho una selección Tim Wellens

En cabeza quedaron Pogacar, Pidcock y Connor Swift, ciclista del Ineos que venía en la fuga inicial. Tras ellos formaron un tercero perseguidor Gianni Vermeersch (Alpecin-Deceuninck), Pello Bilbao (Bahrein) y Roger Adrià (Red Bull-Bora). A algo menos de 50 kilómetros se fue al suelo Pogacar. Fue un golpe tremendo, pero se volvió a poner en pie y llegó a la altura de Pidcock con rapidez, también porque el británico no quiso poner la directa para no aprovecharse de esa caída. El campeón del mundo siguió rodando con las muy visibles muestras de sus heridas, con el maillot arcoíris de campeón del mundo rasgado y con la rodilla y el codo izquierdos ensangrentados. Dolorido y tocado, pero no hundido y con su ambición, su poderío y su hambre de victorias intactas  

En el sector 15, en Colle Pinzuto, a 18 kilómetros de meta, el esloveno soltó al británico, que hasta entonces había mostrado ser el único capaz de seguir a la rueda de Pogacar. Ha hecho un carrerón Pidcock, pero tener enfrente al mejor ciclista del mundo y firme candidato a mejor ciclista de la historia, si es que no lo es ya, significa que las opciones de victoria son muy reducidas incluso aunque rindas a un altísimo nivel. Lanzado ya Pogacar en solitario hacia la victoria, poco después, Tim Wellens saltó del tercer grupo, en un movimiento que dejó sin opción de podio a Bilbao y a Adrià. 

La exigencia de la prueba se mostró en el hecho de que los primeros clasificados llegaron de uno en uno. Ben Healy (EF) entró cuarto, mientras que Bilbao hizo una meritoria quinta plaza y Adrià culminó dentro del top 10. La Strade Bianche nunca falla. Como Pogacar


En la prueba femenina se han vuelto a enfrentar las dos grandes ciclistas del pelotón internacional, Demi Vollering y Anna Van der Breggen, quienes además fueron compañeras en el SD Worx y que no terminaron nada bien después de que la segunda fuera directora deportiva de la primera y decidiera este año volver a la competición tras haberse retirado. Los grandes duelos siempre engrandecen el ciclismo, como sucede en cualquier otro deporte, pero más aún en este tan literario y tan amante de la épica. Y pocas rivalidades son tan jugosas y tienen tanta miga como la de las dos ciclistas neerlandesas

A diferencia de lo ocurrido en la prueba masculina, en la que los favoritos no entraron en el primer gran corte, en la Strade Bianche femenina tuvo mucho nivel esa escapada, en la que entraron Marte Beg Edseth (Uno-X), Pauline Ferrand-Prévot (Visma), Mavi García (Liv-AlUla-Jayco), Femke Gerritse (SD Worx), Yara Kastelijn (Felix-Deceuninck), Kimberley Le Court (Ag Insurance-Soudal) y Évita Muzic (FDJ-Suez)

Las siete ciclistas abrieron hueco, pero fueron alcanzadas por su perseguidoras gracias al excelente trabajo de Juliette Labous para su líder en el FDJ-Suez Demi Vollering. En el sector 13 aceleró con fuerza Anna Van der Breggen (SD Worx) y seleccionó el grupo de doce que había quedado en cabeza. Se pegó a su rueda Vollering. Empezó entonces un nuevo episodio de muchos que están por venir en el duelo entre ambas. Han demostrado ser, con muchísima diferencia, las dos más fuertes de la carrera. Ninguna de sus rivales tuvo la menor opción de seguir a su rueda, menos aún de recortarles distancias después. 

Vollering y Van der Breggen llegaron juntas al ya mítico final empinado en Via Santa Caterina. En esas rampas infernales se lanzó la ahora líder del FDJ-Suez y descolgó con mucha fuerza y autoridad a su excompañera e íntima enemiga. Es la tercera victoria del año para la ciclista neerlandesa. El podio lo completó la francesa Pauline Ferrand-Prevot, por delante de Labous. Quinta entró en meta Mavi García. 

Hoy también ha concluido la Vuelta a Extremadura femenina, con triunfo en la general para Ellen Van Dijk (Lidl-Trek). La primera etapa se la llevó Greta Marturano (UAE), tras imponerse la fuga al pelotón, mientras que en las otras dos etapas de la prueba extrema se terminó al sprint, con sendas victorias para Mie Bjorndal Ottestad (Uno-X) ayer y para Imogen Wolff (Visma) en la etapa final de hoy. 

El ciclismo no para porque mañana comienza la París-Niza con Jonas Vingegaard como gran favorito y el lunes arrancará la Tirreno-Adriático en la que Juan Ayuso buscará seguir su racha triunfal. 

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